Televisión

Una cita de catalanes fracasa en 'First dates': "Es más joven que yo, pero parece mi padre"

Tanto Isabel como Pere no quisieron una segunda cita, como era de esperar

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Pere e Isabel, al finalizar su cita de 'First dates'.

Pere e Isabel, al finalizar su cita de 'First dates'. / Cuatro

María Rueda

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El primer capítulo de 'First dates' de la semana está que arde con una cita de esas que dejan huella en uno de los programas más característicos de Cuatro.

El lugar en el que se producen diferentes encuentros amorosos a ciegas, presentado por Carlos Sobera, no ha dejado este lunes indiferente a nadie con Isabel y Pere. Lo que sí nos ha dejado claro a todos los espectadores es que la mítica frase de “polos opuestos se atraen” no siempre funciona.

Ella, de 66 años y procedente de Girona, ha sido la primera en entrar. Lo ha hecho presentándose como una mujer complicada y que, tras la muerte de su marido -con quien llevaba 43 años casada-, no era fácil de conformar: “No me adapto a nadie, no soy pasiva”. Además, añadía: “Me tienen que entrar por los ojos. Eso es lo primero. Y me gusta que me cuiden como [lo hago] yo”.

Con mujeres casadas

Pere, de 64 años y de Barcelona, ha entrado después y enseguida ha tenido claro que la cita no tendría mucho futuro. Él se ha descrito como alguien sin sentido del ridículo y muy simple, motivo por el cual afirma que muchas veces dice barbaridades. También ha explicado que le gustaba tener relaciones con mujeres casadas para tener más libertad.

A ninguno de los dos les gustó físicamente el otro. “No me ha entrado y está gordo” y “Es más joven que yo, pero parece mi padre. No me pega”, ha soltado en los totales Isabel.

Por su parte, Pere también buscaba que su cita fuera “más delgada”.

Ideologías políticas contrarias

Para añadir hierro al asunto, también han hablado de sus preferencias políticas, dándose cuenta que tienen ideologías totalmente diferentes.

Isabel lo tiene claro: ella no es independentista y no quiere a un catalán que lo sea. Para sorpresa de nadie, Pere ha hecho gala de cumplir estas dos características con orgullo.

Así pues, el no compartir ideología ni aficiones ha puesto el punto final definitivo a uno de los encuentros más épicos del programa.