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Las lágrimas y la vida, en 'El hormiguero'

Las lágrimas y la vida, en "El hormiguero".

Sergi Mas

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“Está aquí mi abuela y le voy a contar mi sexualidad, a ver cómo reacciona”… 

“Salí del armario y… bueno, mi padre no se lo tomó muy bien y me dejó de hablar un tiempo muy largo; me gustaría hablarlo con más profundidad con él”.

“Me defino como una persona trans no binaria. En mi madre surgen dudas sobre mi condición que si no se las explico jamás lo entenderá”.

“Nunca hemos tenido un momento para hablar en familia de mi condición de trans. Ha llegado el día”. 

Algunas de estas frases las han explicado jóvenes que, con la excusa de la presencia de las cámaras, han decidido confesar a alguno de sus progenitores su condición sexual. La cámara tan solo es una herramienta que ayuda para confesar algo importante.

“Te voy a dar un sobre y quiero que lo leas”, le explican un participante a su padre en el inicio de la grabación. A partir de esa lectura empieza la confesión, el sonrojo, la sorpresa y múltiples preguntas.

“Papa, como sabes, soy lesbiana, me gustan las chicas y en su día sé que te lo tomaste un poco mal; por qué?”.  “Pues porque no me lo esperaba”. “Ya sabes que estando en bachillerato me costó mucho expresarlo, te fuiste de casa y estuviste meses sin hablarme?...”; “Pues porque me enfadé contigo y necesitaba estar solo”. 

“Papá, que sepas que este video va a salir en ‘El hormiguero’ y vamos a ayudar a mucha gente que todavía no se atreve a salir del armario”. 

Yo creo que la frase principal que resume lo mal que lo han pasado estos jóvenes es la que corresponde a una chica, apartando la mirada de su padre, dirigiéndose hacia Jordi Moltó, autor del reportaje y presente en la grabación, diciendo: “¿Lo puedo abrazar?”. 

Pedir permiso para demostrar un amor que se truncó en su día. Darle una oportunidad a la normalidad. Al final, todas las confesiones -todas- acaban en lágrimas naturales no solo de quienes participan en otro experimento, sino también -a mí me ocurrió- de quienes lo vemos. 

Es otra brillante idea que hemos visto en 'El hormiguero', el programa líder de audiencia de la televisión en España que cumple con ésta su decimonovena temporada. El autor de la pieza, de seis minutos de duración, ha sido Jordi Moltó, guionista del programa y que se ha especializado en reportajes de este peculiar estilo tan difícil y tan sencillo a la vez: expresar el amor y la vida ante las cámaras.