Un soltero de 'First dates' intenta conquistar a su cita con huevos de sus gallinas: "El que diga que no le crujo"

La pareja de solteros comparte un sueño: irse a vivir al campo en un futuro y tener muchos animales

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Izumi y Andrea en su cita de 'First dates'.

Izumi y Andrea en su cita de 'First dates'. / Mediaset

Eduardo Calle

Barcelona
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El programa de citas más famoso del mundo ha invitado este martes a su restaurante a una pareja de jóvenes que ha iniciado su cita de una forma cuando menos original: con una cesta de huevos.

Izumi tiene 28 años, nació en Madrid -a pesar de tener origen japonés- y es tripulante de cabina de pasajeros. Lo que más ha llamado la atención a Carlos Sobera es que el madrileño ha aparecido por la puerta con unos huevos en la mano: “Son huevos ecológicos, tienen que estar ricos, el que diga que no le crujo”, ha añadido Izumi, explicando que tiene cuatro gallinas.

Huevos de compromiso

Poco después, aparecía por la puerta de 'First dates' Andrea, de 22 años, de Barcelona y empleada de la ONCE, ya que tiene una minusvalía en el brazo desde pequeña.

Y pese a que el curioso regalo de Izumi pudiera parecer raro, a la joven le ha parecido "maravilloso" que le trajera huevos, porque le encanta el campo y también tiene gallinas.

Izumi trae una cesta de huevos a su cita en 'First dates'.

Izumi trae una cesta de huevos a su cita en 'First dates'. / Mediaset

La cena

Lo cierto es que, a medida que transcurría la cena, los solteros han ido compartiendo sus impresiones con el programa: "Nunca me han llamado la atención ni los asiáticos ni de otros sitios, yo siempre me he fijado en los españoles", aseguraba Andrea. No obstante, admitía al instante que había visto asiáticos "mucho más feos", así que entre los que había conocido, le parecía "guapo".

El soltero, por su parte, se ha llevado una buena impresión de su cita: Andrea le ha gustado desde un primer momento. Entre otras cosas, por su pasión por los animales: ella los ha tenido de todo tipo y su sueño siempre ha sido conseguir una cabra, pero ha explicado que su madre no se la regala.

Si Izumi ya estaba encantado con esa información, Andrea ha acabado de cautivarle cuando le ha dicho que su deseo es vivir en el campo. Además, al madrileño no le ha importado en absoluto -algo que la soltera no esperaba- el hecho de que ella fuese virgen.

Un pico de despedida

Al final de la cita la pareja ha abierto un pergamino que les instaban a darse un beso. La catalana se ha muerto de vergüenza y ha optado por regalarle un pico, un gesto que le ha parecido más que suficiente a Izumi.

Aunque a menudo algunos encuentros del programa no acaban de la mejor manera, otros triunfan. Este ha sido el caso de Izumi y Andrea que, en la decisión final, han elegido volver a verse y tener una segunda cita.

El hecho de que la pareja coincida en tantas cosas ha propiciado que ambos quieran conocerse más y, quizás, poder empezar en un futuro un proyecto de vida juntos... con sus gallinas.