Céline Dion en Eurovisión: las palabras del director de concurso disparan los rumores

El Festival de Eurovisión regresa a Suiza este sábado, específicamente a la ciudad de Basilea, y con él, una ola de expectación y especulación sobre qué estrellas podrían adornar su escenario.

Entre los nombres que resuenan con más fuerza y cariño se encuentra el de Céline Dion, una auténtica leyenda de la música global cuyo primer gran hito internacional fue, precisamente, su victoria en este mismo certamen en 1988.

Representando a Suiza con la inolvidable balada "Ne Partez Pas Sans Moi", la entonces joven canadiense conquistó Europa, sentando las bases de una carrera estratosférica. Ahora, 37 años después, con el festival volviendo a suelo helvético, la posibilidad de un reencuentro nostálgico y emotivo se ha convertido en el anhelo de muchos eurofans y seguidores de la artista.

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¿Dion en Basilea?

La pregunta está en boca de todos. ¿Participará Céline Dion en la final de Eurovisión este sábado, 37 años después de haber ganado el concurso musical más grande del mundo que la catapultó a la fama? Ícono mundial de la música, la quebequense de 57 años, que padece una grave enfermedad, no olvida que fue Eurovisión quien lanzó su carrera internacional.

Tras su gran regreso el año pasado durante la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de París en el primer piso de la Torre Eiffel, los fans de Eurovisión esperan desesperadamente que pueda estar presente en la final que se celebra este sábado en Basilea.

“Esperemos a ver”, declaró a la AFP el director de Eurovisión, Martin Green, el viernes. Los organizadores del mayor evento musical televisado del mundo le han dejado las puertas completamente abiertas, pero la participación de la canadiense sigue siendo un misterio. Sin embargo, l

"Papá Noel existe", lanza el director del concurso

“Papá Noel existe, y habrá que esperar a ver” qué ocurre, responde Martin Green, el director del concurso, cuando se le plantea la pregunta sin rodeos durante la última rueda de prensa antes de la final. Una respuesta que, una vez más, deja lugar a la interpretación.

El misterio ha estado presente desde que, durante la semana, se emitiera en los ensayos generales un vídeo pregrabado de la cantante, que padece una enfermedad rara y discapacitante.

El tabloide suizo 'Blick' se muestra más categórico: la estrella estará presente. “Según la información de Blick, todo apunta a una aparición de la leyenda musical durante la gran final”, se puede leer en su página web.

El guion del espectáculo ya no estaría disponible para todo el personal y el vídeo de Céline Dion habría sido retirado, lo que, según el diario, sería “una señal de que el clip difundido durante los ensayos ha sido reemplazado por una actuación en directo de Dion”.

"Os quiero"

“No desearía otra cosa que estar con vosotros en Basilea en este momento. Suiza siempre ocupará un lugar especial en mi corazón: es un país que creyó en mí y me dio la oportunidad de participar en algo tan extraordinario”, dijo la cantante en inglés en un breve mensaje en vídeo emitido el lunes por la noche, justo antes del final de los ensayos.

“Ganar el Festival de Eurovisión por Suiza en 1988 fue un momento que cambió mi vida”, aseguró en ese vídeo en el que se la ve sentada, rodeada de flores y velas. A continuación añadió: “La música nos une no solo esta noche, no solo en este momento maravilloso. Es nuestra fuerza, nuestro apoyo y nuestro acompañamiento en los momentos en los que la necesitamos”, antes de terminar con un emotivo “Os quiero”. Ni siquiera las presentadoras conocen el desenlace.

“Aún existe la esperanza de que pueda venir”, pero “honestamente, no lo sabemos y no es una mentira”, declaró una de ellas, la cantante Sandra Studer, que representó a Suiza en Eurovisión en 1991. “Podría decidir venir, pero no lo sabemos. Nos hemos preparado para que no esté”,

Indicios crecientes y dos minutos reservados para la magia

A pesar de los desafíos de salud que enfrenta la cantante, que el propio Schifferle reconoce que "le hace difícil" una participación extensa, los rumores y las informaciones provenientes de medios suizos han intensificado la especulación sobre su presencia en Basilea. El portal de noticias lematin.ch ha llegado a afirmar que la organización de Eurovisión 2025 tiene reservados dos minutos específicos en la gran final del sábado 17 de mayo para una posible actuación de Céline Dion.

Mientras tanto, la propia Céline Dion ha mantenido un prudente silencio oficial al respecto. Sin embargo, una reciente publicación en su cuenta de Instagram, donde compartió una serie de fotografías rememorando su victoria de 1988, ha sido interpretada por muchos como un guiño cómplice y ha avivado aún más la rumorología.

Este tipo de gestos, aunque sutiles, suelen ser calculados en el mundo del espectáculo y podrían ser una forma de mantener el interés y preparar el terreno para un anuncio futuro. Si estos indicios se confirman, la aparición de Céline Dion en Eurovisión 2025 no solo sería un momento televisivo de gran impacto emocional y nostálgico, sino también un testimonio poderoso de su perseverancia y su inquebrantable conexión con el público y con el festival que la vio nacer como estrella internacional. Como bien sugiere Yves Schifferle, podría ser "la gran sorpresa del año", revelada, quizás, "en el último minuto".

Conversaciones en marcha y un silencio estratégico

La posibilidad de ver a Céline Dion en Basilea 2025 no es mera conjetura de los aficionados. Yves Schifferle, director del festival, ha confirmado públicamente la existencia de un diálogo activo en este 2025 con el entorno de la cantante.

En declaraciones al podcast "The Euro Trip", Schifferle admitió que "ha habido conversaciones muy profundas entre la organización y el equipo de la cantante" para concretar su aparición. Sin embargo, fiel a la discreción que suele rodear estas negociaciones de alto perfil, evitó ofrecer detalles concluyentes, limitándose a un esperanzador "cruzamos los dedos" y añadiendo que "siempre dijimos que lo dejaríamos abierto hasta el último día". Esta postura mantiene viva la llama de la esperanza, sugiriendo que, aunque no hay nada cerrado, la puerta sigue abierta y el interés es mutuo.