Entrevista

Elena Rivera: "Nadie está exento de explotar, nos puede pasar a cualquiera"

La actriz es una abogada con TOC en la nueva serie de Atresplayer 'Perdiendo el juicio'

Elena Rivera, una abogada con TOC a lo Sherlock Holmes en 'Perdiendo el juicio'

Las 10 series que no te puedes perder este marzo

Elena Rivera

Elena Rivera / ATRESMEDIA

Marisa de Dios

Marisa de Dios

Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

A Elena Rivera la hemos visto crecer en la televisión, como al resto de los niños de 'Cuéntame cómo pasó'. Su papel de Karina en la serie de TVE fue su primer gran personaje televisivo, aunque lleva un tiempo encadenando protagonistas en títulos como 'Inés del alma mía', 'La verdad' y 'Alba', a los que acaba de sumar 'Perdiendo el juicio'. En esta ficción que acaba de estrenar Atresplayer encarna a una eficaza abogada, Amanda, que no pasa por su mejor momento.

Amanda comienza la serie en la cima (tiene un bufete de prestigio, amor, dinero) pero un trastorno obsesivo compulsivo (TOC) le hace perderlo todo.

Sí, sufre un ataque de ansiedad brutal, un brote psicótico en mitad de un juicio, y su cuerpo le dice basta. Se tiene que recuperar, se aísla y no quiere saber nada de nadie, pero toda su vida personal y profesional se va al garete y tiene que volver a reinventarse. Nadie le da trabajo, la repudian, la tratan como a una loca. A mí todas esas aristas del personaje fueron lo que más me atrajeron del proyecto.

¿Ha investigado en este tipo de trastorno para hacer el personaje?

Sí, leí bastante acerca de la gente que lo sufre, vi algún documental... Porque no es una manía que luego se pasa, sino una enfermedad. No se ha pretendido hacer un panfleto, pero se muestra de forma muy natural lo estigmatizados que están. Porque a ella, por ejemplo, después de lo que le pasa en el juicio no la quiere contratar nadie.

¿Le preocupaba no caer en estereotipos o clichés?

Sí, sobre todo hasta encontrar el tono de la serie. Si iba a ser una comedia o algo más de 'feel good'. Para mí en todos los proyectos es primordial sentarme con quien esté detrás de ellos y saber qué quieren contar para ir por el mismo camino. De todas formas, no nos teníamos que olvidar de que esto no es una serie sobre el TOC. Es el desencadenante de lo que le pasa a Amanda, pero luego la serie es otra cosa. Es un procedimental de abogados, tiene casos distintos, es muy agradable de ver, entretiene...

Y permite investigar a lo Agatha Christie.

Totalmente. Además, el personaje de Amanda, al tener TOC, se fija en cosas que nadie ve y eso es el desencadenante de que se pueda resolver el caso o de que, al menos, lleguen a algo más lejos de donde estaban. Hay un punto de Agatha Christie, de juntar a todos, de ir recreando el caso y de ir hilando todo lo que ha pasado mientras ella va hablando sin parar. ¡He tenido que estudiar muchísimo en casa! Creo que es uno de los proyectos en los que más he tenido que estudiar. He disfrutado durante los meses de rodaje, pero a la vez no me podía desconectar.

Elena Rivera, Manu Baqueiro y Miquel Fernández, protagonistas de 'Perdiendo el juicio'

Elena Rivera, Manu Baqueiro y Miquel Fernández, protagonistas de 'Perdiendo el juicio' / ATRESMEDIA

Además, como es una serie de abogados, hay muchos tecnicismos.

Claro, con la jerga de abogados. Además, al ser un poco de investigación tenía que ser muy concreta con los verbos, con qué decía para no adelantar nada de la trama y que luego el giro se produjera más adelante. Se tenía que ver que es una tía que, aunque ahora tenga TOC, no deja de ser un tiburón, una mujer exitosa y en su día a día habla con términos jurídicos y no puede dudar, así que lo tenía que tener todo muy claro.

Amanda sufre TOC, pero una reacción así le podría pasar a cualquiera con un ataque de ansiedad o estrés.

Esta serie muestra mucho la forma que tenemos hoy en día de vivir, estas prisas y esta necesidad por demostrar, por estar a la altura, por la exigencia que te genera estar en cierta posición en el trabajo... Hay gente que incluso le motiva esa adrenalina. Pero nadie está exento de explotar, nos puede pasar a cualquiera. La serie explica de una forma muy natural que igual el éxito en la vida está en otro sitio, no solamente en ser la número uno en el trabajo.

Amanda es muy perfeccionista. ¿Se identifica con ella en ese sentido?

Sí. Incluso mis padres me dicen que no lo lleve tan al extremo. No es bueno ser tan perfeccionista, pero no sé ser de otra manera. A la hora de trabajar pienso que si al ver un trabajo mío siento que no me he esforzado lo suficiente no estaré satisfecha. Pero tampoco me fustigo.

¿No le provoca ansiedad?

No, por suerte luego sé hasta dónde puedo llegar, sé relativizar, poner las cosas en la balanza y verlo con perspectiva para decir: hasta donde yo pueda. En los rodajes, aunque todo vaya muy bien, siempre hay días en los que hay mucho caos. Hay tantos factores que no puedes controlar... Así que dices: hasta aquí. El trabajo es para disfrutar, no para sufrir.