Entrevista

Omar Ayuso: "He necesitado años de tiempo, terapia y espacio para ordenarme por dentro después de 'Élite'"

El actor vive un descenso a los infiernos por culpa de las drogas en la serie de Disney+ 'Yo, adicto'

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Omar Ayuso

Omar Ayuso / CARLOS VILLAREJO

Marisa de Dios

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Con solo 18 años, Omar Ayuso (Madrid, 1998) experimentó de sopetón el peso de la fama con el enorme éxito de 'Élite'. El golpe fue tan fuerte que le hizo caer en una depresión y plantearse dejar la profesión. Ya recuperado, volvió a la serie de Netflix que le lanzó al estrellato para su despedida y ahora, con 26, estrena en Disney+ 'Yo, adicto', una ficción basada en la historia autobiográfica de su amigo Javier Giner con un personaje que vive un descenso a los infiernos por culpa de las drogas y una mala gestión del éxito, ganadora del premio a la mejor serie en la 11ª edición del Serielizados Fest, donde Ayuso acudió a presentar la producción. Dentro de poco será también 'chico los Javis' en 'Mariliendre'.

'Yo, adicto' rompe con muchos tabús porque trata de forma muy gráfica un tema que no se aborda tan abiertamente: las adicciones.

El audiovisual tiene una cuenta pendiente con las adicciones, porque es un tema que suele tratar de una manera un poco irreal e incluso perjudicial. Por un lado alimenta el cliché de que el yonqui solo es la persona que consume todos los días, que si no se mete algo no puede salir de la cama, que tiene una vida desastrosa, cuando un adicto puede ser alguien perfectamente funcional, con una familia y que consume cada tres meses, pero que cuando lo hace las consecuencias son terribles. Hay muchas series y películas que romantizan el consumo porque no muestran sus consecuencias negativas. Creo que por primera vez una serie en España hace un retrato muy fidedigno de lo que supone ser un adicto.

Aquí hay cero romantización, porque tanto su personaje como el de Javi (Oriol Pla), el protagonista, experimentan un auténtico descenso a los infiernos.

La serie demuestra que hay personas que no pueden consumir, porque cuando lo hacen su vida se va totalmente a tomar por saco.

Su personaje, Iker, es un tipo narcisista que cuando llega al centro de desintoxicación no cae bien a nadie. Pero luego te das cuenta de que lo que le pasa es que está roto por dentro, algo que intenta tapar con las drogas y el sexo.

No hace falta ser un adicto para verte reflejado en ciertas estrategias de evasión del dolor y de la gestión emocional. Mucha gente, adicta o no, construye a lo largo de su vida un personaje para tapar ciertas heridas o complejos. Es un método de supervivencia, y es lo que le pasa a Iker. Creo que funciona muy bien porque cuando entra en la clínica encuentra a Javi en un punto muy avanzado de su recuperación, mucho más calmado, con una conciencia de enfermedad, y es bonito cómo le hace a Javi de espejo de cómo era él cuando consumía.

La serie sería especial para usted, ya que está basada en el libro autobiográfico de un amigo suyo, Javier Giner, que ejerce también como creador y codirector.

Javi escribió este personaje pensando en mí y me hizo partícipe en todo el proceso de escritura, me enviaba lo que escribía, lo comentábamos... También comparto algunas características con el personaje: ambos somos actores, tenemos la misma edad... Pero pasé unas pruebas para que me cogieran, lo que también me da tranquilidad porque tienes que demostrar que vales para el papel.

¿No puede ser contraproducente trabajar con alguien con el que hay tanta confianza?

Algún grito me llevé porque tenemos mucha confianza y los dos somos un poco excéntricos, pero por lo general fue muy fácil para todos. Había una unión respecto al propósito de lo que estábamos contando que hacía que sintiéramos que estábamos haciendo algo especial.

La serie juega mucho con el paralelismo con su vida. Iker viene de triunfar en una serie juvenil, como a usted le pasó con 'Élite'. Incluso se escuchan frases como: "Si salgo a la calle me paran a mí más veces que a Brad Pitt".

Iker no soy yo, ni muchísimo menos. A Javi le gusta decir que es un personje Frankenstein, que está compuesto de historias de muchas personas. Esa frase de Brad Pitt se la escuché yo a un actor, se la conté a Javi, nos reímos y la metió en el guion y, como eso, muchas cosas más. Para mí fue bonito hacerlo por representar de alguna manera que el éxito, los seguidores, la fama, el dinero, el reconocimiento, no son paraguas de nada y que debajo de toda esa careta puede haber una persona muy rota por dentro. También me gusta porque el personaje es una representación de este turbocapitalismo que coge a las personas, las exprime al máximo y, cuando ya no queda ni una gota de zumo, las manda a tomar por culo y no se preocupa de cuáles han sido sus consecuencias emocionales.

¿Ha sido terapéutico hacer este personaje?

Para mí lo único terapéutico que hay es la terapia. Para mí ha sido un ejercicio de compromiso conmigo mismo y con la profesion. 'Yo, adicto' es un buen reflejo de por qué hago esto y qué es lo que me mueve por dentro.

Algunos de los personajes principales de la quinta temporada de la serie 'Élite'.

Algunos de los personajes principales de la quinta temporada de la serie 'Élite'. / NETFLIX

Iker tiene una escena en la que sale en la calle totalmente oculto para que no le reconozcan. ¿Vivió algo similar con el 'boom' de 'Élite'?

Sí, me he sentido observado donde fuera, incluso aunque nadie me estuviera observando. Porque te emparanoinas y tienes que aprender a vivir con eso. Ahora me llevo muy bien con la calle, con las fotos, con que me paren, pero ha habido momentos en los que no he salido de casa, o he salido con mucha ansiedad.

Usted desarrolló una relación casi tóxica con la profesión. Incluso decidió que iba a dejar de actuar.

Es que empecé muy joven, sin formación, sin experiencia, en un sitio que lo petó mucho y en el que, de repente, desarrollar un punto de vista fue muy difícil. Entré con 18 en 'Élite', los años en los que se forja la identidad adulta de un ser humano. Y en mi caso entra la exposición, el ruido, el dinero y, de alguna manera, no me permite llevar a cabo un proceso de maduración normal. Eso también hace que yo distorsione muchos aspectos de la realidad y que esté confundido, con unas emociones muy altas, muchas de ellas desagradables, sin saber gestionarlas bien, y asuma que eso es consecuencia directa de la profesión. He necesitado años de tiempo, de terapia y de espacio para ordenarme por dentro y darme cuenta de que la profesión puede ser lo que tú quieras que sea. Puede ser un lugar precioso, un espacio seguro, con gente sanísima que te haga crecer, pero puede ser todo lo contrario, como todo en la vida.

"Alcanzar la fama tan joven hace que sea fácil caer en adicciones y depresiones"

Su personaje rezuma vulnerabilidad por culpa de sus experiencias vividas. ¿Cree que alcanzar la fama tan joven hace que sea fácil caer en adicciones y depresiones?

Absolutamente. Yo mismo he estado con una depresión, he tenido momentos de fractura. Conozco un montón de historias de compañeros de mi edad que han tenido problemas de ansiedad o adicciones, trastornos de alimentación... Al final es que el ser humano es vulnerable. Y cuando le metes mucha exposición la vulnerabilidad aumenta, así como la exigencia y la distorsión de la mirada propia. Si ahora están todos los chavales como locos con las redes sociales, imagínate si les metes todo lo que nos metieron a nosotros. Y sin estar preparados, porque no hay manera de estar preparado para eso.

¿Le ayudó volver a 'Élite' en sus últimas temporadas para cerrar bien esa etapa?

Sí, fue muy bueno porque volví desde el orden y pude disfrutar y despedirme, que era lo que no había podido hacer. Ahora tengo una imagen de 'Élite' muy amable, de mucho cariño y de agradecimiento.

¿Entonces está ahora en paz?

Estoy fenomenal. Con lo bueno y lo malo, pero con la capacidad de gestionarlo, que para mí eso es estar bien..