Televisión

El sonado comentario de un comensal de First Dates a su cita, que iba en silla de ruedas "¿Cómo qué no vamos a poder bailar?”

eb201e80 b9fb 42a5 b26b 86ddfd51020d 16 9 discover aspect ratio default 0

eb201e80 b9fb 42a5 b26b 86ddfd51020d 16 9 discover aspect ratio default 0

M. R.

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

First Dates tiene como principal finalidad que sus participantes encuentren el amor o, al menos, empiecen a buscarlo. Con tantas citas a ciegas pasando por sus mesas, lo más probable es que alguno de los encuentros salga bien y que otros salgan francamente mal.

Los comensales son los que se presentan delante de las cámaras, casi sin ningún tipo de filtro ni contraste. Muchas veces, las cosas acaban muy mal. Pero en otras ocasiones parece que Cupido hace acto de presencia en el televisivo restaurante. Carmen comenzó a entender las canciones de Luis Miguel cuando su matrimonio de 25 años se rompió. El 10 de enero de 2020 su vida cambió para siempre tras sufrir un accidente, estuvo un mes en coma “cuando me desperté no podía mover ni los dedos de las manos ni de los pies”. Tras muchos meses en el Hospital de parapléjicos de Toledo, Carmen ha comenzado a aceptar que es una mujer dependiente, pero cada vez más independiente.

Asegura no tener problemas para ligar y puede hacer un montón de cosas, pero le gustaría encontrar a un hombre que sea divertido porque ella es un poco payasa y con buen corazón. Juan, su cita, se define como “un tonto” porque cuando se enamora no ves más allá de la persona a la que ha entregado su corazón. Busca a una mujer sincera que le quiera y que sea un amor correspondido. Ya empezando a degustar la cena, Carmen le ha contado a Juan que sufrió un accidente, que antes era informática y que poco a poco estaba descubriendo que su vida había cambiado, pero que podía hacer muchas, muchas cosas. Juan le ha entendido perfectamente porque él es conductor de ambulancia y sabía que había cosas que no se podían hacer, pero que había otras muchas que sí.

Carmen le ha contado que llevaba toda la vida con su pareja y que nunca se había imaginado lo dura que podía ser una separación. Tiene dos hijos, que son los que mejor han aceptado su nueva situación y en casa cuenta con la ayuda de una chica que le echa una mano. Juan no es el prototipo de hombre de Carmen, pero a su lado se ha sentido muy bien y le ha encantado que le dijera un “¿Cómo qué no?”, cuando le ha dicho que con ella iba a bailar poco.

Juan no ha querido acabar la cena sin piropear a su cita “no sabía que las flores tomaban chocolate” y le ha dicho que sí quería tener una segunda cita con ella porque se lo había pasado muy bien y le había parecido una chica muy normal. Carmen también ha dicho que sí a seguir conociendo a Juan y le ha propuesto irse a rodar juntos.