La crítica de Monegal: Suecia no ha ganado Eurovisión, ha ganado la IA

La IA en efecto puede ser fundamental para la generación holístico-artificial del gran 'show' eurovisivo. Al parecer ya se ha demostrado que para la IA la construcción de impactos musicales es coser y cantar. Tampoco es ningún problema para ella el diseño de las ‘animaciones’ que nutren los plasmas del escenario. En Liverpool se montaron 220 metros cuadrados de pantallas LED y 700 paneles integrados en el suelo del escenario principal. Una complejidad que la IA puede resolver con facilidad y, sobre todo, rapidez.

Y desde luego puede solventar la realización televisiva, el trepidante movimiento de cámaras. Solo hay que ordenarle en lenguaje máquina el algoritmo básico: que las cámaras no se estén quietas jamás, que no se detengan más de un segundo enfocando un lugar determinado, no sea que a los televidentes nos diera tiempo a pensar. Quizá el ùnico ingrediente en donde la IA no es todavía utilizable es en el movimiento coreográfico de los intérpretes y sus cuerpos de baile. Por ahora esta es una labor que depende de las características de los artistas, criaturas de carne y hueso que pertenecen todavía al género humano.

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Visto el fracaso de la canción española –la canción de TVE para ser exactos, porque este es un festival de cadenas de televisión– vista la anodina posición en la que ha quedado, advertía Risto Mejide que lo que hay que hacer es contratar a Chanel de manera permanente, y que se vaya presentando cada año hasta que gane. La idea de Risto no es descabellada. Chanel ha entendido lo que es este festival. Y lo más importante, los 'eurofans' del mundo mundial la han entendido a ella y ha gustado. En el peor de los casos tendríamos siempre la tercera posición asegurada.

En mi casa lo que más nos ha gustado ha sido el líder del grupo Circus Mircus comunicando los votos de Georgia. Llevaba las mismas gafas que se puso el año pasado cuando concursó. No pasó de semifinales, pero es igual. Estas gafas, mitad de soldador, mitad de los salvajes ‘Mad Max’, son ideales. Son opacas. Te pasas toda la noche mirando por la tele el festival y, al final, te das cuenta de que no has visto nada.