La crítica de Monegal: El ‘pelotazo’, los Golfos Apandadores frente a los Dalton

Bajo la forma de un gran 'show,' pretenden una adicción generalizada. Una vez conseguida la dependencia, el negocio, la monetarización, viene de la mano. He seguido con atención el especial ‘30 minuts’ que TV-3 le ha dedicado, y la subsiguiente emisión en diferido de la primera final de la Kings en el campo del Barça. La disyuntiva a la que se enfrentaba TV-3 es interesante: si eso funciona y no le damos visibilidad ni respaldo, perderemos nuestra parte de pelotazo, debieron pensar. Y más con el president' Pere Aragonés en la tribuna del campo. O sea que le han dedicado al evento una colosal noche temática. El negocio ha funcionado: el ‘30 minuts’, 396.000 espectadores; el partido subsiguiente, 228.000. Para los organizadores, el negocio aún ha sido más grande: se habla de millones de criaturas siguiendo la final desde los PC, móviles y tablets.

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Piqué ha contado que esta invención suya con Llanos surge de una necesidad: el fútbol tradicional es lento y anquilosado, «de los 90 minutos de juego, 40 el balón está parado». Y añade: «Hay que buscar el ‘exciting’ constante». Bueno, hay que decirle a Piqué que eso ya lo inventaron hace muchos años algunos estadounidenses expertos en el ‘business’ deportivo cuando potenciaron el básquet. Cada minuto y medio, un gol, una canasta. Subidón de adrenalina constante. Cada 60 segundos un orgasmo colectivo de las masas. Mucho más rápido y trepidante que la Kings.

Aquí lo que ha pasado es que Piqué, que es listo, se ha dado cuenta que la FIFA. la UEFA, la Federación Española, etcétera, manejan un negocio colosal (Qatar, Arabia Saudí, millones a manta, maletines a destajo) y les ha dicho: yo también voy a montar mi tinglado y os vais a enterar. Y ha echado mano de Ibai y compañía porque sabe que millones de niños y jóvenes del mundo mundial, enganchados horas y horas a los videojuegos, son la clave. Para la siguiente Kings yo de Piqué metería a Tebas, Florentino, Laporta, y que tiren penaltis. Los Golfos Apandadores frente a los Dalton.