La crítica de Monegal:TV-3 extirpa lo que cree un golondrino, pero es un tema digestivo

Según acreditados expertos en dermatología la aparición de un bulto en la epidermis de un cuerpo vivo no suele ser un brote que surge de improviso por sí mismo. A menudo es causa derivada de algo más profundo. Por eso, además del dermatólogo, se recomienda también el concurso de un buen nutricionista. El aparato digestivo del programa ‘Zona Franca’, que nació hace tres meses, es obra de una productora novísima, Atomic Beat, liderada por Joan Rufas, profesional ligado a la productora Minoría Absoluta en la que desempeñó, entre otros cargos, el de director ejecutivo de ‘Polònia’. Y en la cocina de esta producción ya nos avisaron el día del estreno, a través del presentador Joel Díaz, qué tipo de menú nos servirían. Leyendo el teleprompter dijo: «Esto es lo más canalla que TV-3 se puede permitir en estos momentos».

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Y en estos 56 programas que llevan ya emitidos he visto mostrar unos calzoncillos cagados diciendo que son de Puigdemont por haberse marchado sin instaurar la República; también condecorar a un joven con la medalla ‘bandera negra’ mientras Díaz gritaba, enfadadísimo, que mientras en la Guerra Civil sí hubo muertos, ¡en la batalla de Urquinaona ni uno!; también rematar a uno que hacía de ‘procés’ en un ataúd, un tiro de pistola por ser un ‘procés’ de chichinabo, sin guerra ni exterminio... Hombre, con estos ingredientes nutricionales, no es de extrañar que lo acompañen cada noche con guarnición de improperios contra los partidos (básicamente PSC, C’s , PP y Vox), contra la Policía, Guardia Civil, Mossos, y hasta contra los que estudian en ESADE («Solo van para aprender a ser grandes hijos de puta», 11 de enero, programa 45 ). ¡Ah! A veces da la sensación que en la cocina del ‘Zona Franca’ hay más CDR que cocineros.

No sabría decirles si este programa fue contratado al final de la TV-3 de Sanchis, o al principio de la TV-3 de Sigfrid Gras; en cualquier caso no parece estar en la linea de la nueva consigna («Hay que ensanchar la base») ni en esta curiosa ‘operación disimulo’ que ahora impulsan.