Tú y yo somos tres

La crítica de Monegal: A golpes de ‘¡Fest!’ (T-5) y de ‘¡Eufòria!’ (TV-3)

Rociíto y Alba Carrillo en ‘Media Fest’

Rociíto y Alba Carrillo en ‘Media Fest’

Ferran Monegal

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Caminos paralelos los de TV-3 y Tele 5. Por razones distintas, siguen líneas parecidas. Mucho ‘¡Fest!’ y mucha ‘¡Eufória!’ como fórmula para recuperar lo que han perdido.

 En Tele 5 están desesperados por el declive de su audiencia. Ya no son la tele más vista. Llevan más de trece meses seguidos sin ser los más consumidos. Y se han inventado el sistema ‘¡Fest!’ para intentar volver a abrir el apetito. Disfrazan a sus estrellitas de siempre, su carne de cañón, y lanzan al circo a Alba Carrillo disfrazada de la difunta Rocío Jurado junto a Rociíto Carrasco caracterizada de Micky. Cantan y parece un estertor. Más que entretenimiento es aquelarre. Plagian formatos –‘Tu cara me suena’, ‘La Voz’...– pero les sale una copia con los renglones torcidos. Su audiencia tampoco responde (un escuálido 8,3% de cuota de pantalla) porque esta mascarada, por mucho que la llamen ‘¡Fest!’, no deja de ser un ‘Sálvame tomate’ metido en un karaoke. Hay más calidad en el último villancico de Leticia Sabater cuando dice ‘Lléname el tanque / méteme la manguera p’a que me arranque’. Dios mío.

La ‘¡Eufòria!’ de TV-3, pongámonos de acuerdo, es distinta. Es limpia. Es una alegría juvenil. Mucho movimiento. Un cuerpo de baile de 30 criaturas aspiran a tocar el cielo con las manitas. Buscan la fama. Pero a través de un oficio. Eso es bonito. «¡Qué subidón!»,  «¡Let’s go!» y «¡Energía!» son las palabras que más se repiten. Ni un reproche hacia ellos encontrarán en esta columna. Y TV-3 les necesita para encarar la etapa post-procesista. Comprendámosles: hay que intentar recuperar ese sentido de televisión pública que habían perdido después casi dos lustros haciendo de ‘cheerleaders’ de la intoxicación política. O sea que también TV-3 –como T-5, pero por razones distintas– abraza el ‘¡Fest!’ y la ‘¡Eufòria!’ por absoluta necesidad existencial como cadena televisiva.

 E = M C 2 .–  Le ha pedido Jenaro Castro (‘Plano general, La 2) a Ramón Tamames que le firme un autógrafo en el Ipad. Y Tamames ha escrito : E=mc2. Y ha añadido: España = energía desaprovechada. Efectivamente. Mientras los científicos no consiguen encontrar la llamada ‘Ecuación de Dios’, es decir, el punto de confluencia entre la teoría de la relatividad y la teoría cuántica, en España, en cambio, derrochamos energía en forma de aplastante ignorancia colectiva.

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