Tú y yo somos tres

La crítica de Monegal: El rey Viserys se pincha y no cicatriza, ¿será un Borbón?

HBO La casa del dragón Viserys en Trono de Hierro 1

HBO La casa del dragón Viserys en Trono de Hierro 1 / HBO

Ferran Monegal

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Recta final de la atonía veraniega. El cacao llegará el lunes día 5. Solo las plataformas de pago HBO Max y Prime Video han inyectado excitación con el estreno de sus fabulosas historietas ‘La casa del dragón’ y ‘Los anillos del poder’. Hay cientos de millones de fans absolutamente entregados a estas colosales producciones que cuestan entre 25 y 40 millones de dólares por capítulo.

'La casa del dragón’, precuela de ‘Juego de tronos’, subyuga también mucho a los amantes de la intriga política. A mí particularmente me interesan los dragones. Esta saga de la casa Targaryen llegó a tener mil. Ahora solo les quedan diez, o sea que han degenerado mucho. Pero les bastan para tener su imperio protegido y los enemigos a raya. El rey de esta familia, Viserys I, es un hombre de apariencia bondadosa que cada vez que se sienta en el Trono de Hierro (hecho con espadas afiladas) resulta que se pincha. Es tremendo: sus heridas no cicatrizan. ¡Ah! Podría ser síntoma de hemofilia. O sea que a lo mejor es un Borbón sin saberlo. O quizá un Windsor. La hemofilia la contagió a su descendencia Alfonso XIII tras casarse con Victoria Eugenia, nieta de Victoria I de Gran Bretaña, introductora de la hemofilia en la realeza europea. Es un tema que T-5 podría sacarle partido en sus cotilleos 'deluxe', en vez de hacer los ‘refritos’ que ahora se está sacando de la manga –‘¡La infanta Cristina rota de amor!’ o ‘¿Por qué llora Urdangarín?’– y que son un fracaso de audiencia absoluto. 

El hermano del rey Viserys, el príncipe Daemon, es el gran dinamizador de las intrigas. No es un ‘malo’, es un pragmático con pocos escrúpulos. En el primer capítulo ya nos ha ofrecido muestra de sus habilidades en el arte de la fornicación. Desde un punto de vista machista es un empotrador. Ha trascendido que en el rodaje de la serie contrataron a una ‘jefa de escenas íntimas’, una especialista que cuidó de que los golpes de sexo no fueran zafios ni brutos. No se si lo ha conseguido. La joven princesa Rhaenyra, tatarabuela de Daenerys ‘la Khalessi’, es la gran esperanza de este juego de poder entre los buenos y los malignos.

La otra producción, la de Prime Video (‘Los anillos del poder’) es otro tipo de historieta. Para hacer boca lean a Hans Christian Andersen (‘El cerro de los elfos’, 1840) o a Lord Dunsany (‘La hija del rey de los elfos’, 1924). De ahí sacó J.R.R. Tolkien su inventiva.

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