Estreno este jueves

'Tamara Falcó: la marquesa' llega a Netflix con las 'escenas de matrimonio' de la hija de Isabel Preysler

El 'reality' muestra los preparativos de la aristócrata para abrir un restaurante y su visita al Papa

Iñigo Onieva y Tamara Falcó, en el 'reality' de Netflix

Iñigo Onieva y Tamara Falcó, en el 'reality' de Netflix / NETFLIX

Marisa de Dios

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Desde que nació hace ya 40 años, Tamara Falcó está acostumbrada a la prensa rosa. Como hija de la reina de corazones, Isabel Preysler, y el marqués de Griñón, su vida siempre ha despertado el interés de las revistas del colorín, y ella se ha dejado querer: accedió a participar en un 'docurreality' del canal Cosmo, 'We love Tamara'; entró en 'Masterchef celebrity 4' como una concursante por la que nadie daba un duro y acabó alzándose con la victoria; presentó su propio programa gastronómico en TVE-1, 'Cocina al punto con Peña y Tamara'; publicó el libro 'Las recetas de casa de mi madre', y hace un tiempo que colabora en uno de los 'shows' con más audiencia de la tele española, 'El hormiguero', donde semana a semana revoluciona las redes con su perspectiva de la vida.

La empresaria, 'influencer' y desde hace un tiempo también chef (Cordon Bleu, como dice ella) protagoniza ahora otro 'reality' en Netflix, 'Tamara Falcó: la marquesa', que la plataforma estrena este jueves 4 de agosto. En él la podremos ver en su día a día rodeada de su glamuroso y adinerado entorno, acompañada de quienes más la conocen: su hermana Ana Boyer; su madre; la pareja de esta, el 'tito' Mario Vargas Llosa; su novio, Iñigo Onieva, e íntimos como Juan Avellaneda y Boris Izaguirre. "Veía complicadísimo que mi familia y mis amigos salieran en el 'reality'. Lo que pasa es que después, como me quieren y ya estaba metida en este berenjenal, decidieron participar", confiesa la protagonista a EL PERIÓDICO.

Del equipo de 'Soy Georgina'

El punto de partida del programa, desarrollado por el mismo equipo de 'Soy Georgina', son los preparativos para la apertura de su propio restaurante, El Rincón, ubicado en un palacio heredado tras la muerte de su padre. No solo quedan reflejadas las vicisitudes para sacar adelante el proyecto, sino también cómo se toma la familia esta nueva aventura empresarial de la reciente marquesa. Sobre todo, Isabel Preysler, cuya opinión Tamara siempre tiene mucho en cuenta.

"Ella es la persona que más se preocupa por mí, un apoyo fundamental en mi vida", recalca. "La muestra está en este programa. Ella no habría participado en ningún proyecto de este calibre si no llega a ser porque se lo he pedido yo. Y eso es superbonito por su parte", añade la aristócrata, a quien no le quita el sueño las críticas que pueda recibir mostrando sus intimidades. "No puedo vivir pendiente de las críticas, así que me preocupan lo justito", afirma.

Visita al Papa

La celebración de la fiesta de su 40º cumpleaños y un viaje a la Semana de la Moda de Nueva York donde se cita con Carolina Herrera y su hija son otros de los ejes argumentales del 'reality'. Pero si hay que destacar un 'momentazo' es su visita a Roma para ser recibida por el Papa, conociendo la devoción que siente Tamara por el cristianismo, que le hizo plantearse unos años atrás meterse a monja. "Lo importante es encontrar tu sitio. Si el mío lo hubiera encontrado ahí, si ese hubiera sido el plan, pues habría sido feliz siendo religiosa", confiesa ahora, con un noviazgo asentado con el empresario Iñigo Onieva, con el que protagoniza en el 'reality' de Netflix alguna secuencia que valdría para 'Escenas de matrimonio'.

Por eso no duda en asegurar que ha tenido momentos en los que prefería quedarse rezando el rosario que irse de fiesta. Y lo justifica entre risas: "Después de una fiesta te llevas una buena resaca y, tras rezar el rosario, te llevas una buena sensación". Amén.

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