La crítica de Monegal: Iker sigue metiéndonos monstruos en casa

Esta fijación por construir monstruos en el plató, y buscar horrorizarnos la noche de los domingos, merecería un estudio clínico más que televisivo. Me refiero a Iker Jiménez, que ha despedido su temporada número 17 de ‘Cuarto Milenio’ sacando a pasear, otra vez, uno de esos engendros que tanto le gustan.

Ya les advertí el pasado 22 de junio que Iker se habia comprado el libro de aberraciones neonatales de Ambroise Paré, que editó Siruela en 1993, y disfruta haciéndose construir replicas en cartón y papel maché de los monstruosos dibujitos que allí figuran. En esta ocasión ha comenzado el programa mostrándonos el horroroso caso del hombre con dos cabezas, una en el vientre, datado al parecer en el siglo XV. No tiene mayor interés que ser una más de las muchas aberraciones de la naturaleza que se guardan en frascos con formol en los institutos forenses de todo el mundo.

No se si Iker se ha ido de vacaciones con el monstruo, ni si se atreverá a bajarlo a la playa. No lo creo. Es más cómodo meterlo en nuestros domicilios a través del televisor. La tele tiene estas cosas: a través del mando a distancia dejamos entrar en nuestras casas a criaturas que, si llamasen al interfono, no las dejaríamos entrar nunca.

LA MARQUESA – Tras el anuncio de Netflix de que el 4 de agosto va a estrenar un glorioso documental titulado ‘La marquesa Tamara Falcó Preysler’ el humorista Dani Martínez se ha adelantado y le ha hecho una entrevista (Movistar Plus +). Dado que pertenece a un núcleo familiar lleno de famosos, el humorista se ha interesado por qué tipo de álbum de fotos familia tienen Tamara y su madre en su domicilio. «Tenemos el ‘¡Hola!’ encuadernado» ha dicho. No hace falta añadir más. Tiene toda la razón. Toda su vida está ahí.

¡FUEGO EN EL RESTO DE ESPAÑA! – Hoy tengo que reprender un poquito, con mucho cariño eso sí, a Ramon Pellicer. porque en el ‘TN vespre’ del domingo, después de hablar de los incendios en Catalunya dijo: «Y en el resto de España...». ¡Ahh! Fatal desliz. Decir ‘el resto de España’ es considerar que Catalunya forma parte del país español, que como todo el mundo sabe solo es un país vecino.

Según el nomenclator procesista que rige en TV-3, en estos casos hay que decir siempre: «Y en el resto de la Península». Así no hay confusión, ni peligro.

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