ENTREVISTA

Rodrigo Santoro: "Mi tarea en 'Sin límites' era humanizar a Magallanes"

El actor brasileño, intérprete de 'Love Actually', 'Perdidos' y 'Westworld' dice haber investigado mucho sobre el navegante para construir el personaje de la serie de Amazon prime Video

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Sin Limites Rodrigo Santoro_Alvaro Morte (Cr�dito_ Ra�l Tejedor - RTVE) (1).jpg / Raúl tejedor

Inés Álvarez

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Rodrigo Santoro (Petrópolis, Brasil, 1975) lo vemos cada Navidad en 'Love Actually' –porque esa película se ha convertido en un clásico que se emite año tras año por esas fechas– en el papel del tímido y atractivo compañero de oficina del personaje que interpreta Laura Linney, protagonizando una triste historia de amor no consumado. Pero el brasileño ha trabajado en un gran número de películas en Hollywood, aunque a veces resulte irreconocible, como ocurre en '300', donde da vida al emperador persa Jerjes I. Y es que no le gusta encasillarse en papeles del típico galán, pese a que la naturaleza se lo ha puesto muy fácil, y le hemos visto hasta en la piel de un travesti en 'Carandiru'.       

En televisión, ha intervenido en series de éxito como 'Perdidos' y 'Westworld'. Ahora acaba de estrenar en Amazon Prime Video la serie 'Sin límites',en la que da vida a Fernando de Magallanes, un navegante que emprendió una expedición en busca de la Isla de la Especias y que murió en el trayecto en una batalla contra unos indígenas. Para ese papel, el actor se ha sometido a una dura preparación física, a la que le ha ayudado practicar yoga, y, como contaba en 'El hormiguero', hasta se llevó la pluma y la espada a casa para practicar. Perfeccionista al máximo, aprendió castellano para un filme sobre el Che. Y lo habla a la perfección.

¿Cómo se ve la figura de Magallanes en su país, Brasil? ¿Es más reconocido que en el nuestro, donde quien se ha llevado la palma ha sido siempre Cristóbal Colón, aunque ahora esté en horas bajas?

Más o menos. Yo me acuerdo de la escuela, que aprendí sobre el Estrecho de Magallanes, y que Magallanes era un navegante. Pero solo eso. Pero cuando me dieron el papel empecé a estudiar e investigar y me quedé fascinado con todo lo que descubrí. Aunque me di cuenta de que solo conocía la superficie. Con lo que empecé a investigar cada día un poco más. También tuve mucho tiempo para hacerlo, porque me llegó cuando la pandemia del covid, justo antes del primer confinamiento. Y me quedé confinado con Magallanes durante un buen tiempo. 

¿Y qué ha descubierto de él que le ayudara a construir el personaje? ¿O se han permitido muchas licencias porque se trata de ficción y no es un documental?

Para comenzar, esa expedición se realizó en tres años y nosotros contamos la historia en tan solo seis episodios. Pero está basado en hechos reales, naturalmente. Con todo el material que tenía me ha alimentado un montón, pero con libertad para crearlo y humanizarlo. Mi tarea era especialmente humanizarlo. Hacer el retrato de un hombre. Con sus defectos, con sus deseos, con sus ideas… Encontrar la esencia de este hombre, y no la imagen controvertida que tiene: héroe, villano, traidor, un tipo duro… Y muchos adjetivos más que te puedo decir. Pero a mí me interesaba quién era. Busqué con todo lo que tenía para llegar ahí, justo al grano.

Aparte de a la investigación, le habrá dedicado su tiempo a la preparación física. Porque se ven escenas de peleas y de travesías realmente duras. 

Sí. Cuando llegué a Madrid empezamos el entrenamiento con los especialistas, para las peleas, para las coreografías. A mí me gusta hacer mis escenas, no trabajar con dobles normalmente, con lo que para mí esa parte es muy divertida. Y ha sido increíble. Pero, claro, con mucho cuidado, porque estábamos peleando con espadas, y estas no eran de papel precisamente. Ha sido un ensayo técnico, pero me encantó. Y claro, yo practico yoga, que me da mucha disponibilidad corporal, física y también hice un poco de ejercicios funcionales con el peso del cuerpo para poder estar listo. Y así fue.

Esos navegadores eran héroes, porque hacían 70.000 kilómetros sin mapas, pero los actores también lo son a su manera. Como, por ejemplo, teniendo que rodar con un abrigo peludo en una atmósfera de calor asfixiante.

¿Le ha llegado la historia del abrigo? (ríe) Fue terrible. Magallanes tenía un abrigo lindísimo, el vestuario es precioso. Sandoya, la encargada de vestuario, es una maravilla y tiene un talento increíble. Pero, claro, acabé sudando como un oso. Porque llevaba un abrigo peludo y hacía mucho calor. Estábamos en Ifema que es un recinto muy grande, en el que se había improvisado un estudio, donde teníamos la nave, rodeada por el croma.... Hacía mucho calor.

Pero le echaron ingenio.

Lo resolvieron con un tipo de efectos especiales. A un tubo de aire acondicionado le pegó un cono de tránsito para direccionar y me seguía por todas partes. Estaba por ahí detrás, con el viento, lo que ayudaba también con el pelo, que volaba con un efecto Beyoncé. Era supercoool. Estaba bien.

Tiene una carrera reconocida en Hollywood, sin ir más lejos en series como 'Perdidos' y en 'Westworld', y en la mítica película 'Love Actually'. En España no había trabajado aún. Ahora que las plataformas permiten más proyectos con elencos internacionales, ¿le gustaría hacer más series españolas? 

Absolutamente. Yo soy un gran admirador del cine español, de verdad. No lo digo políticamente, sino desde el corazón. Porque vengo acompañando el cine español desde hace mucho tiempo. Y a veces tengo la oportunidad de ser el jurado de festivales. Con lo que muchas películas que uno no tiene la oportunidad de ver yo lo hago en esos festivales.

Es muy afortunado, sí.

Y no solo de los grandes directores maravillosos como Almodóvar, Amenábar, Trueba, Saura. Hay grandes talentos de escritores y directores. Acabo de ver una película increíble, a mí me lo pareció. Enfermedad de Domingo. Otro día vi 'Maixabe', de Itziar Bollain. De Fernando León de Aranoa he visto 'Los lunes al sol', con Javier Bardem y Luis Tosar sobre el desempleo, que es maravillosa. Desde entonces investigo el cine español. Así que me encantaría poder trabajar más en España, sí.

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