Tú y yo somos tres

La crítica de Monegal: Resulta que Colau y Collboni no duermen juntos

Ernest Maragall en 'Tot es mou' (TV-3).

Ernest Maragall en 'Tot es mou' (TV-3).

Ferran Monegal

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Se ha volcado TV-3 este fin de semana en el tema de la proclamación de Ernest Maragall como candidato de ERC a la alcaldía de Barcelona. El sábado, en el ‘TN migdía’ y el ‘TN vespre’, fue considerada la notícia de mayor importancia del día. Le dedicaron al futuro candidato una amplia cobertura.

Ayer lunes redoblaron con una larga y cariñosa entrevista en ‘Tot es mou’. Y hoy martes veo que sigue su visibilización como víctima principal del espionaje de Pegasus, en 2019. Curiosamente a Roger Torrent. el otro presunto espiado, le han dedicado menor atención a pesar de ostentar en aquellos años el cargo de President del Parlament. O sea que la consigna de estos días en TV-3 es ‘Ernest Maragall a tutiplén’.

Es hermoso este fervor. Aunque quizá como estrategia de impacto es prematura para que cuaje en la audiencia: falta un año para las elecciones en Barcelona, y en política un año es una eternidad misteriosa. Hemos disfrutado mucho en casa con la entrevista en ‘Tot es mou’. Le preguntaron qué piensa de los que opinan que a los 80 años de edad lo propio es jubilarse. Contestó: «Que me midan por lo que hago, lo que pienso y lo que defiendo». En eso estoy con Ernest. No está demostrado que la gerontocracia sea peor que la efebocracia: ambas pueden acabar siendo un desastre completo. Ahí tenemos el caso de cómo acabó aquel joven proyecto llamado Albert Rivera.

Respecto a Ada Colau fue prudente y hasta amable («Hay buenas intenciones que quizá no se trasladan a la acción de gobierno»). Pero no escondió su furiosa aversión al PSC: «¡Son los representantes del Gobierno de la represión!». ¡Ah! Después de más de 35 años siendo vehemente socialista, es portentosa su transmutación. Pero el momento más luminoso fue cuando advirtió sobre la ‘joint venture’ Colau-Collboni en el Ayuntamiento: «Son vidas paralelas. Ni duermen juntos, ni proyectan juntos». Qué metáfora más sabrosa, y a la vez más tremenda, le salió.

Resulta que Ernest ha descubierto que Colau y Collboni son un matrimonio sin lecho, sin amor, y así no hay manera de alumbrar ningún proyecto. Esta visibilización de Ernest Maragall a toda mecha ha sido cómoda para TV-3. Veremos qué pasa cuando Waterloo designe al candidato de Junts para Barcelona. Veremos a quién visibilizan y promocionan más, en ‘la seva’. Les aconsejo pedir asistencia a Le Cirque du Soleil. Equilibrio sobre trapecio.

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