ENTREVISTA

Jon Plazaola: "Todos tenemos nuestro cuartito oscuro y siempre es bueno visitarlo"

El actor que dio vida a Iñaki en 'Allí abajo' es ahora un empresario malhumorado y celoso en la 10ª temporada de 'Amar es para siempre'

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A1-124167847.jpg / Manuel Fiestas Moreno

Inés Álvarez

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Le costará desprenderse del entrañable Iñaki de la serie 'Allí abajo' (Antena 3), pero, pese a que había quienes temían que se encasillara en ese tipo de papel, que repetía en la película 'La pequeña Suiza', en 'Amar es para siempre', serie de Antena 3 producida por Diagonal TV que ha estrenado su 10ª temporada, Jon Plazaola (Villarreal de Urrechua, Guipúzcoa, 1982) interpreta a un personaje totalmente opuesto. Raúl, es un empresario nato, pero le falta la creatividad de su primo. Y esa rivalidad ante su padre, el dueño de Jugutes Garlo, le hará sacar su lado más oscuro. Ese que a un actor tanto le gusta mostrar.

Vuelta a Antena 3, y nada menos que en su serie más longeva, 

Nos hemos reído bastante en los primeros ensayos con el director, Edu Casanova, porque recibíamos separatas que decían: capítulo 2.200 y pico. Y eso hace que te sientas muy pequeñito. Es como la típica la foto del universo: usted está aquí. 

Además, en la 10ª temporada.

Número redondo y con motivos para la celebración. Formar parte de esta temporada y este elenco es un privilegio. Es una auténtica fábrica donde las piezas tienen que estar bien engrasadas. Y también es una familia y todos te hacen que te sientas en casa desde el principio. Me decían: fliparás con una serie diaria.

Es que para usted es su primera diaria. Y eso supone estudiar mucho.

Es verdad que vengo de una temporadita bastante cargada de trabajo, afortunadamente, con esto que nos partió y nos está partiendo por la mitad, que es confinamiento, y eso hizo que se me solapara una cosa con la otra. Así que estoy encantado con esto de trabajar simplemente de actor, tener que aprenderme mi texto y defender un personaje Hay que estudiar mucho, sí, pero es el juego al que nos gusta jugar.

«De la primera parte de los 80 recuerdo poco, pero los juguetes y lo que hablan te hacen regresar a tu infancia»

En esta especie de 'Cuéntame' de A-3, están en los años 80, década en la que nació.

Sí. En el 82. Es especial porque la trama será de Juguetes Garlo, y parece ser que la industria juguetera estaba en auge en España. Han construido una en la plaza de los Frutos. Aunque de la primera parte de los 80 recuerdo muy poco, todos los juguetes y de las cosas que se habla te suenan y te hacen regresar a la infancia. Es una sensación muy bonita. Y en la plaza de los Frutos empieza a haber figurantes y personajes que visten de una forma más ochentera, con chupas de cuero negro, de la Movida madrileña. Y eso nos toca mucho más de cerca.

Es una década muy revivida.Siempre presente.

Fue una década muy especial, sobre todo en cuanto a la creación y la liberación de esa vertiente artística que tenemos todos con repescto a la música, la moda... De todo. Con lo cual, los años 80 nunca pasan de moda. 

Su personaje, Raúl, es un lince como empresario, pero poco creativo.

Es una mente privilegiada, pero, sobre todo, para los números. Lo que pasa es que podría dirigir lo mismo esa juguetería que una fábrica de chorizos. Pero, para su padre, don Germán (Jesús Castejón), un empresario juguetero necesita meterse en la mente de un niño y ser capaz de ver si jugaría con el juguete que lanzará al mercado. Ese perfil lo tiene el primo Fran (Carles Francino), lo que hará que tenga celos de él. Siempre le ha visto como un rival en la lucha por el reconocimiento de su padre. Ese es el punto oscuro de Raúl, que para un actor es lo más interesante.

Muy opuesto al entrañable Iñaki de 'Allí abajo'. Y a usted, claro.

Siempre decimos que cuanto más alejado estén de nosotros los personajes que interpretamos, más interesantes son. Todos tenemos nuestro cuartito oscuro, nuestras vivencias, dentro de nuestro ser y siempre es bueno visitarlo para poner orden y poder reconocerlo. Y este tipo de personajes te ayudan a buscar respuestas dentro de ti mismo. A la gente le va a gustar. Bueno, gustar no, pero no se va a quedar indiferente. Puede que me gane más de un reproche por la calle, pero eso es señal de que estamos haciendo bien el personaje. 

¿Sigue pasando?

En pleno siglo XXI, en que controlamos los códigos tanto de la televisión como de las plataformas, de la ficción, que todavía se te acerquen para decirte cosas sobre el personaje como si fueras el personaje mismo, para mí es una parte preciosa que no deberíamos perder. Hay que tener cuidado, eso sí, porque en mi corta carrera he recibido algún que otro bolsazo cariñoso de una señora. Por las meteduras de pata de Iñaki, he recibido alguna que otra bronquita. 

"En mi corta carrera he recibido algún que otro bolsazo cariñoso de una señora por las meteduras de pata de Iñaki"

¿Es la primera vez que coincide con Francino?

Sí. El primer contacto ya fue muy bueno. Me parece un tipo con una trayectoria envidiable y que trabaja muy bien. Y, lo más importante, un compañero cercano y una persona maravillosa. Voy a pasar bastante tiempo con él y creo que vamos a disfrutar mucho juntos los 10 meses largos de rodaje. Que desde el primer momento pilláramos los roles de personaje y nos vayamos llamando "primo" es un buen comienzo.

En una ocasión le dijeron si no temía encasillarse. Su papel en 'Amar...' demuestra lo contrario.

No me preocupaba, porque, al final, está en mi mano. Ojalá que en 20 proyectos más de cine o televisión tenga personajes como Iñaki o Gorka de 'La pequeña suiza'. Bienvenido sea. Pero en mis manos está cambiar eso en teatro o haciendo yo mismo un monólogo interpretando a otra persona, en el que ofrezca otro color. Y que la gente diga: «Pero... ¿este es Plazaola? Nunca me he preocupado, porque siempre he podido tener ahí un resquicio para ofrecer otro aspecto.

Qué penita que concluyera de sopetón 'Allí abajo'. La última vez que hablamos pensaba que seguirían.

Pena, sí, pero también la satisfacción del deber cumplido. 'Allí abajo' contó todo lo que tenía que contar en cinco temporadas, y tuvo un recorrido suficiente para lo que quería contar. Hace casi dos años que se acabó y ahora piensas que si hubieran alargado más el chicle, a lo mejor hubiéramos caído en una debacle o decadencia que quizá no habría dejado este proyecto maravilloso en el sitio que se merecía. Penita, porque esa gran familia que formamos va cogiendo otra dirección, pero intentamos mantener el contacto.

«Si hubieran alargado más ‘Allí abajo’, quizá no se habría dejado ese proyecto en el sitio que se merecía»

Luego vino 'Patria'. Gran serie.

Tuve el privilegio de hacer un pequeñísimo papel en esa serie que para mí, como espectador, es la más potente que he visto últimamente de producción local. Y no ha dejado indiferente a nadie. Sobre todo si se ve con la mente abierta. Es una historia que se cuenta desde un punto de vista yo creo que válido para todos y hace mucho por sanar algunas heridas abiertas. Lo único que tendría que haber sido hablada en euskera con subtítulos. Hay demasiados complejos con el idioma.

En este tiempo también ha trabajado en la tele vasca.

Sí, en ETB hemos hecho un programa de monólogos en el que un compañero y yo éramos directores, guionistas y presentadores. No repartíamos los bocadillos de milagro (ríe). Ha tenido buena aceptación, porque nos hemos alejado del humor blanco y hemos hecho un humor social y reivindicativo. Y como la mayoría de los monologuistas fueron mujeres, lo cual es un logro, hemos abierto una ventana al humor fesminista y hecho por mujeres que la gente ha comprendido muy bien. Además, el nombre, Barre Librea, era una declaración de intenciones por nuestra parte. Barre es risa y juega con barra libre. Risa libre. Hemos querido experimentar un poco con los límites del humor para decir que no los debería tener en esta época de piel tan fina que le estamos poniendo límites a algo tan algo tan sano y liberador como la risa. 

"Como dice mi gran amiga y compañera Itziar Garmendia, es imposible hacer humor sin hacer 'daño' a nadie"

¿Y alguien se ha quejado?

Como dice mi gran amiga y compañera Itziar Garmendia, es imposible hacer humor sin hacer ‘daño’ a nadie. Sin molestar. Además, tenemos una sociedad que pone mucho más el foco en lo negativo. Y en vivir nuestros propios dramitas. Y, sé que esto es un tópico, pero hay que repetirlo: estamos aquí de paso y la vida se disfruta riéndose. Hay gente que disfruta en su dramita continuo, y ese es su problema. Está cómodo en el conflicto. Pero a la gran mayoría nos gusta disfrutar de la vida. 

También ha seguido con el teatro.

Seguimos de gira con la obra 'Losers', de Marta Buchaca. Cumpliendo con esas fechas que se quedaron aplazadas por el confinamiento. Y el año pasado también creé un monólogo más dramático: 'Irabazi (ganar en euskera). Lo estrené en el Teatro Principal de Donosti, con muy buena acogida, y en 2022 vamos a coger más fechas. ¡Que no me da la vida!