TÚ Y YO SOMOS TRES

La crítica de Monegal: Felipe y Pedro, cuatro años sin hablarse

Monegal Tv tele television felipe gonzalez

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Ferran Monegal

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Habíamos dejado aparcada la entrevista que le han hecho a Felipe González en 'El hormiguero' (A-3). Se acaban de cumplir 25 años de su salida de la Moncloa, y Felipe lo ha conmemorado visitando a Pablo Motos. Estoy de acuerdo. Hoy si sales en la tele es para que te vean. No tiene sentido ir a TVE. Está en un escuálido 8% de cuota. Y además no estoy seguro que en la gran corporación televisiva pública estuvieran interesados en darle a Felipe una visibilidad: dice cosas incómodas para el actual monclovismo que impera. Descartado el Deluxe tomatero, que podía haber sido otra opción, ha preferido triunfar con la espuma de Motos. La parte de evocación, de recuerdos entretenidos y pintorescos de sus casi 14 años como presidente, podríamos sintetizarlos cuando habló de sus encuentros con Margaret Thatcher, dama tremenda: "Siempre estabamos cordialmente en desacuerdo, pero yo la hacía reir. Le decía ‘Margaret, estás preciosa’, ¡y se le caía el bolso!". O sea, la Dama era de Hierro, pero Felipe era un seductor de primera. Nos obstante el morbo, la expectación de esta entrevista a Felipe, no era conocer cómo fueron sus relaciones con la Thatcher, con Bush padre, o con Gorbachov, sino cómo se lleva con Pedro. ¡Ahh! Motos le preguntaba con fruición, una y otra vez: «¿Cual fue la última ves que hablaste con él? / ¿Te sientes representado por el PSOE de Sánchez? / ¿No te llama para pedir tu opinión?». ¡Ah! Motos buscaba petróleo. Y Felipe, aún con el freno de mano puesto, iba respondiendo: «No nos hablamos desde la moción de censura a Rajoy (2017) / Yo no llamo. Pero disponible, lo estoy / Soy del PSOE, pero me siento huérfano de representación. ¡Estoy deseando encontrar a alguien en el Congreso al que poder aplaudir!». Y resulta que no lo encuentra. O sea, Felipe no sacó el hacha de guerra, pero lanzó flechas.

 Su rechazo al indulto a los presos del procés («Yo no lo haría») no es ninguna novedad. Ya lo sabíamos. Pero dijo una cosa que aquí en Catalunya hay interés en que no se recuerde: «Lo importante no fue el 1-O. Lo importante fue lo que ocurrió aquel 6 y 7 de septiembre. Rompieron todas las reglas de juego». Efectivamente. No gustaban la leyes y se inventaron otras. Sobre estos dos días claves de septiembre de 2017, no he visto ninguna gloriosa serie documental al estilo de 'El Judici'. Bien mirado, y sabiendo cómo se inventan el relato, casi que lo celebro.