Tú y yo somos tres

La crítica de Monegal: La Pantoja debe dinero a Loli la quiosquera

MONEGAL

MONEGAL

Ferran Monegal

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Es curiosísimo lo que pasa en Tele 5 con Isabel Pantoja. Su participación como jurado en 'shows' musicales es una birria. No funciona. La cadena acaba de retirar 'sine die' el concurso 'Top Star'. Lo habían estrenado hace apenas dos semanas, pero sus índices de audiencia han sido insoportablemente minúsculos. O sea que la ‘operación Pantoja’ como animadora de concursitos ha sido una catástrofe absoluta. Pero no hay sufrimiento en Tele 5. La otra Pantoja, la Pantoja objeto del canibalismo, la Pantoja descuartizada por su hijo, la Pantoja de los líos monetarios, de las deudas y los chanchullos, esta otra Pantoja goza de una excelente salud en 'telecinque'. Ahora mismo todos los programas, desde 'Las mañanas de Ana Rosa', los 'Sálvame', los 'Deluxe', los 'Viva la vida...', están trabajando a fondo sobre dos lobotomías mercantiles: la hipoteca de la finca Cantora, y la deuda que tiene la tonadillera con Loli la quiosquera.

¡Ah! Son dos temas de interés nacional principalísimo. Sobre la finca, Tele 5 nos advierte que su hijo Kiko ya tiene su mitad vendida (1,5 millones, dicen) a una sociedad que va a montar allí un complejo hostelero dedicado a bodas y bautizos, más una zona que será el Museo Paquirri. O sea que una mañana se levantará Isabel en su otra mitad de la casa, y al ir al baño en bata de boatiné se encontrará, haciéndole fotos, a una cola de turistas. ¡Ah! Como venganza filial es terrible. Lo de la deuda con Loli la quiosquera también es otro tema muy bonito. Según el relato de Tele 5, Loli tenía un quiosco de prensa y hace siete años la Pantoja le pidió todo el dinero que pudiera reunir. Loli le dio 76.000 euros, todos sus ahorros de 40 años de humilde quiosquera. Y ahora que es octogenaria, y está en un delicado estado de salud, le ruega que se lo devuelva. Pero la Pantoja se hace la distraída. 

Cientos de bombas están cayendo sobre el pueblo palestino. Niños, mujeres, ancianos, destrozados por los misiles. Una niña de 10 años de edad, Nadine, ha sido objeto de atención en los informativos. Camina entre cascotes por la franja de Gaza y mirando al cielo dice: «¿Por qué nos envían misiles a matarnos? No es justo. No sé qué hacer. Solo soy una niña». Nos ha impactado Nadine. Pero ha sido un impacto fugaz. Una emoción de unos 25 segundos. Justo lo que ha durado su aparición en los informativos. Lo duradero, lo que concita la atención día tras día, es la 'telebarbacoa' pantojil. Además de en cotillas, nos ha transformado en caníbales.

Suscríbete para seguir leyendo