Tele-5 intenta lavarse usando el feminismo

Otra jugada maestra del imperio Mediaset. Negocio y lavado de imagen en una misma tacada. Hay que descubrirse. Vayamos primero al contenido de este último gran golpe televisivo.

El testimonio que Rocío Carrasco ha grabado para Tele-5 ha sido demoledor. Este domingo por la noche nos han presentado dos de los varios capítulos que emitirán próximamente.

Rocío nos ha contado el calvario a la que ha sido sometida durante años por parte de su exmarido, Antonio David Flores. Años de violencia, de maltrato psicológico, de contaminación del cerebro de sus hijos. «Me decía 'hija de puta, te los voy a quitar' (…) Ha conseguido quitármelos, y ha conseguido que me odien, que es más desalmado todavía». Después nos leyeron tuits de personas relevantes, como el de la ministra Irene Montero, expresando su más absoluto apoyo a Rocío. Con este primer documental Tele-5 registró puntas de audiencia del 52% y más de cinco millones de espectadores.

Un absoluto éxito televisivo. Vayamos ahora al diseño de esta operación por parte de Tele-5. Después de muchos años financiando esta cadena a Antonio David Flores, contratándole en distintos programas ('Sálvame', 'GH Vip', 'Deluxe', 'Supervivientes'...), para que fuese atacando a su exesposa y creando ese relato que ahora se denuncia, de pronto Tele-5 cambia, abomina de quien ha estado impulsando durante años –y haciendo con él un negocio magnífico– y enarbola ahora la bandera del feminismo volcándose en favor de Rocío. ¡Ah! Gran estrategia.

Con el 'caso Carlota Prado' todavía en los tribunales –la joven presuntamente violada en 'Gran Hermano', programa que Tele-5 tiene congelado por la fuga de anunciantes– más lo que acaba de ocurrir con un tal Carlos, contratado como tentador en 'La isla de las tentaciones' y recientemente detenido por abusos sexuales, con este panorama en Tele-5 han visto que su negocio de los ‘realities’ peligra. Y han construido esta operación de maquillaje usando el feminismo. Y muchas feministas de buena fe han picado ese anzuelo, con gran regocijo de Tele-5. 

Ni una palabra, ni un adjetivo, he colocado sobre Rocío Carrasco. Es una de las víctimas. Su caso solo debería ser abordado de nuevo en tribunales de justicia con garantías. Aquí los adjetivos hay que colocarlos sobre el tinglado televisivo. Un tinglado que lleva años demostrando que el feminismo les importa un pito. A sus programas y ‘realities’ me remito.

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