TÚ Y YO SOMOS TRES

"Soy Mariana, mi padre es un genocida"

television monegal  Soy Mariana hija de un genocida Docum TV La 2

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Ferran Monegal

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Un trabajo excelente en ‘Documentos TV’ (‘Heridas abiertas’, La 2). La tele debe ayudar a que la memoria no se pierda nunca. Servicio público. Los periodistas Vicente Romero y Miguel Romero han regresado a Argentina. Un veterano tanguista cantaba ‘Cambalache’ en una esquina: «Que el mundo fue, y será, una porquería, ya lo sé / No pienses más, sentáte a un lao, que a nadie importa si naciste honrao».

En la plaza de Mayo las madres siguen cada jueves con su desgarrado grito: «¿Dónde está mi hija, dónde está mi hijo,...? ». Y se produce un gran silencio que hace 45 años que dura. Es importante que Vicente y Miguel lo rompan desde el periodismo. Los desaparecidos de la sangrienta represalia militar argentina de la década de los 70 produce una doble crueldad, muy canalla, en las familias: al dolor de la tortura y asesinato de sus hijos se añade la insoportable angustia de no saber donde están sus cuerpos para darles sepultura. Eso lo conocen bien aquí tantas familias que todavía buscan por cunetas y caminos.

A la plaza de Mayo también van las abuelas que buscan a sus nietos. «A la detenida embarazada le permitían vivir hasta que daba a luz. Entonces la mataban y a su bebé lo daban en adopción a no sabemos quien» contaba una de estas abuelas. También se ha producido otro movimiento: el de los hijos de los genocidas. No quieren llevar más el apellido de un padre asesino. Decía Mariana, hija del comisario Miguel Osvaldo Etchecolatz, condenado por torturador y criminal: «Soy hija de un genocida. No volveré a llevar nunca más su apellido». Ahora se llama Mariana Dopazo, el apellido de su madre.

       Nos han añadido también el testimonio de los genocidas. O sea, fidelidad al auténtico periodismo, que siempre recomienda no esconder ningún prisma para que la audiencia pueda reflexionar sin tabús. Han hablado con el exteniente coronel Ariel Valdiviezo, condenado por torturador y criminal. Decía : «Videla debía haber hecho juicios sumarísimos. Y fusilar a 40.000. Liquidarlos a todos, entregar los cadáveres a las familias y se acabó el problema de los desaparecidos». ¡Ahh! El periodismo clásico sabe bien que si al canalla le das cuerda se acaba ahorcando él mismo. Eso es lo que hay que hacer. En lugar de practicar 'cordones sanitarios', como predican equivocadamente algunos, ¡luz y taquígrafos! Mostrar al fascista genocida es el mejor antídoto colectivo.

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