TÚ Y YO SOMOS TRES

Nunca debiste cruzar el Mississippi

veneno car 1200

veneno car 1200 / periodico

Ferran Monegal

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Emite ahora A-3 TV en abierto la serie Veneno, creada y dirigida por los Javis, sobre la vida de Cristina Ortiz, nacida en Adra con el nombre de Joselito. He visto los capítulos que han sido ofrecidos previamente en la plataforma Atresplayer. Es un trabajo desgarrado, porque tremendamente desgarrada fue la vida de La Veneno, eso es indiscutible. Su retrato es demoledor. En el capítulo 2, hay un instante en que Valeria, la joven que se está iniciando en la  transexualidad y que está escribiendo su vida, le pregunta: «Cristina, ¿qué recuerdas de tu infancia?». Y Cristina contesta: «De mi infancia en Adra recuerdo, con 7 años de edad, la primera vez que me llamaron maricón». Esas escenas de su infancia y primera juventud en Almería son terribles. Básicamente la serie ahonda en el proceso de la transexualidad como leitmotiv. Quiere ser, y lo es, un documento de denuncia ante la incomprensión, las dificultades, y sobre todo la intolerancia y el estigma  que en buena parte de la sociedad la transexualidad produce. A mí me hubiera gustado mayor incidencia en lo que significó la televisión en la vida de La Veneno. Cómo fue fagocitada, absorbida y exhibida al mundo por aquellos programas del negro pájaro del Mississippi en T-5, y luego macabro pelícano en A-3 TV. Esa forma de lanzarla a la arena del circo, como antes se hacía en los espectáculos mal entendidos cuando ofrecían la parada de los monstruos para provocar horror, escarnio y morbosa atracción en la ciudadanía.

No podemos especular sobre cómo habría sido la vida de La Veneno si no hubiera sido buscada y captada en las noches canallas de la prostitución callejera, y transportada al plató y elevada a fenómeno televisivo. No lo sabemos. Pero sí sabemos cómo la marcó, y cómo le condicionó la vida esta fugaz y terrible fama mediática. La Veneno acabó muerta en extrañas circunstancias, aún no aclaradas del todo hoy en día, después de haber sufrido un calvario, cárcel y sistemáticas violaciones incluidas. En el capítulo 5 hay un instante en que se ve a La Veneno, sola, en mitad de un plató que se derrumba. Se caen las paredes, el decorado, la escenografía... Todo se hunde. Y entonces suena  la canción que ha compuesto Leiva expresamente y que dice: «Nunca debiste cruzar el Mississippi, era mucho más salvaje que tú». Estoy con Leiva.

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