ENTREVISTA

Eduard Farelo: "En algún momento pensamos que 'Com si fos ahir' no volvería"

El actor, Miquel en la telenovela de TV-3 que regresa el lunes, 21, considera que la ficción forma parte ya de la historia de la televisón catalana

EDUARD FARELO

EDUARD FARELO / periodico

Inés Álvarez

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Desde hace tres años es Miquel en la telenovela de TV-3 Com si fos ahir, un personaje que a punto estuvo de despedir  al peligrar la continuidad. Y no por falta de interés de los telespectadores,  sino por un presupuesto exiguo que no se podía estirar. Restablecidas las cosas, Eduard Farelo (Barcelona, 1970) encara un rodaje diferente por el covid, que compaginará, en cuanto la pandemia se lo permita, con su amado teatro, que no cesa de añorar.

¿Llegaron a temer que la serie se dejara de emitir para siempre?

Somos muchos actores y había gente que estaba un poco más esperanzada y otra que sufría. Y hasta el último momento no lo teníamos claro, porque, si la situación se complicaba, el rodaje era delicado. En algún momento tuvimos la sensación de que ya no volvería, pero hemos visto la luz. Y fue muy chulo ver el feedback de los telespectadores. No solo nos importaba a nosotros, ellos tampoco querían perderla. 

Hicieron campaña para recordar que una cadena pública no se puede quedar sin telenovela.

Es evidente que el foco a nivel político y social se tiene que poner en otro sitio, porque a la crisis a la que no enfrentamos todavía es muy compleja y hay otras cosas. Pero a mí me parecía importante recalcar que no se puede perder nuestra ficción. Porque una serie hecha aquí forma parte de la historia del país o, al menos, de la tele, de nuestro imaginario colectivo, y había que intentar que no se perdiera. Ahora todo el mundo tiene acceso a miles de plataformas y  ficciones hechas con el triple de presupuesto, pero...

No es lo mismo, ¿no?

No. Estas series del mediodía tienen esta tranquilidad de poder resolver los conflictos con tiempo, de hablar de problemas pequeños, pero también de cosas que la sociedad debe afrontar, de poner la lupa en cuestiones que a veces no se tienen en cuenta. Las ficciones de TV-3 han sido pioneras en tratar aquellos temas que después han formado parte del debate real.

"Fue chulo ver el 'feed-back' de los telespectadores, porque ellos tampoco querían perder la serie"

¿En qué momento está Miquel?

Miquel es un tío que emocionalmente tiene problemas. Socialmente no es muy hábil, pero tiene una gran corazón. Siempre se mueve entre esta dualidad entre un tipo con éxito, ya que ha levantado una empresa que funciona, pero que en lo  emocional  no ha logrado la estabilidad hasta casi  los 50 años, cuando ha conocido a Noe y ha creado una familia. Ahora ha plantado el trabajo, y esa es  una de las cosas que me gusta de él, porque aún está buscando su lugar en el mundo. No tiene grandes certezas, se hace muchas preguntas y cambia de opinión rápido. Y eso está bien para el personaje y para mí como actor. Ha conocido a un personaje, que interpreta Pep Munné, que le ha abierto las puertas al deporte y ve que su trabajo no le acaba de llenar.

¿Se está reinventando?

Se está buscando. Lo que tiene muy claro es su amor por Noe, y su relación de pareja está en un momento feliz. Como actor me gusta que haya tomado esta decisión, pero me da pena, porque no podré grabar todas las escenas en la consultoría, donde me lo paso muy bien trabajando con Maria Rodríguez, Elena Gadel y Àurea Márquez.

¿Se verá el covid en las tramas?

En la casa había mucho debate de si el tema del covid tenía que verse en pantalla o si la gente tenía ganas de encontrar un espacio donde olvidarse de todo eso. 

"Había debate de si el covid tenía que salir en pantalla o si la gente tenía ganas de olvidarse de todo eso" 

Grabar será más complicado...

Totalmente. Por suerte tenemos un gran equipo de guionistas que sabrán cómo explicar las cosas. Algunas se deberán dar a entender. Tendremos que reinventarnos el lenguaje. Pero también es un reto.  

¿Qué proyectos retomará?

Aparte del parón de la serie, estaba a una semana de estrenar una  obra dirigida por Sílvia Munt, Eva contra Eva, y haremos gira. Y tengo un estreno grande de Focus, que espero y deseo que se pueda hacer en enero.

Con aforos reducidos, claro.

Una cosa es la seguridad de los actores y los espectadores y otra que a las productoras les salgan los números. El teatro Grec ha hecho un gran esfuerzo para demostrar que se pueden hacer bien las cosas. Si la gente puede ir en AVE,  no se puede entender cómo no se pueden sentar en un teatro cumpliendo las medidas.

Los teatros cerrados y los prostíbulos lo han hecho hace poco.

¡En qué mundo vivimos! Cuando lo leí pensé: ah, pero ¿estaban abiertos?

¿Se paró también el doblaje?

Sí, por el parón de producciones de Netflix y HBO. Se ha complicado el trabajo, porque hay que desinfectar todo, pero se está haciendo bien. 

¿No repetirá su experiencia como presentador?

Lo de Oh happy day! me lo tomé como una aventura más, pero ahora tengo ganas de hacer la serie y teatro. Aunque soy bastante culo inquieto y la vergüenza la he dejado atrás. 

"Para una generación de hasta 30 años soy el padre de la Bad Gyal. Y yo encantado. Estoy muy contento que sea un espíritu libre"

¿Con esa voz que tiene no le seduce cantar? 

Yo ya he hecho dos musicales. Es un trabajo que requiere mucho compromiso, con lo que en broma digo que haré uno cada 10 años, y el último fue hace tres (ríe).

Aunque ya tiene una cantante en casa.  ¿Qué pasará cuando le conozcan como el padre de Bad Gyal?

Ya me pasa. Para una generación de más de 40  años, ella es mi hija, y para los de hasta 30, soy el padre de la Bad Gyal. Y yo, encantado. Estoy muy contento de que sea un espíritu libre, que haga lo que le dé la gana y encima las cosas le funcionen.

¿Con el espot para promocionar los Gaudí taparon bocas?

Cuando vimos su tono enseguida dijimos que sí, porque era una oportunidad para explicarnos. Sobre todo porque vi algún titular sobre si mi hija y yo nos entendíamos. Alba siempre ha sido una tía muy adelantada. Yo digo que es la Joséphine Baker del siglo XXI, en el sentido de romper y no tener ningún tabú. Y no le importa lo que digan de ell, se la bufa . Es algo que yo tengo que aprender de ella.

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