TÚ Y YO SOMOS TRES

'Pesadilla en la kitchen': fritura Bárcenas

'Pesadilla en la kitchen': fritura Bárcenas Tú y yo somos tres por Ferran Monegal

'Pesadilla en la kitchen': fritura Bárcenas Tú y yo somos tres por Ferran Monegal / periodico

Ferran Monegal

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Estos días los cocineros de la tele están trabajando las verduras. Arguiñano (A-3 TV) lleva desde el lunes haciendo experimentos con la alcachofa combinada con la coliflor. Javier Peña (TVE-1) se pirra por las algas marinas, y a su lado Tamara Falcó le ayuda haciendo posturitas. Por cierto, que Tamara estuvo ayer en El hormiguero y Pablo Motos le preguntó, en tono admirativo: «Oye, Tamara, ¿qué es ser una pija? ¡A mí me gustaría ser un pijo!». Y ella hizo un mohín y contestó: «Mi tío Miguel dice que es algo así como gilipollas». ¡Ah! Debe de ser un tipo interesante ese tío suyo. Yo creo que la tele se equivoca poniendo a Tamara en programas de cocina. Lo suyo es la religión. Motos le pidió en un momento dado que recordase alguna frase de su visita al papa Francisco y ella, con los ojos deliciosamente iluminados, contestó: «Me dijo: ‘¡No os separéis del rebaño’!». ¡Ahh! Yo de TV-3 la ficharía. En el templo de El Palmar de FAQS, o en la abadía Tot es mou, haría un papel estupendo.

Pero en la tele está de moda el tema de la gastronomía. En El intermedio (La Sexta) han arrancado temporada con Wyoming vestido de Chicote visitando una casa de comidas de Madrid, situada en la calle Génova 13. Intentaba arreglar esa Pesadilla en la kitchen del PP.  Se encontró con dos cocineros: la exministra Dolores de Cospedal y el exministro Jorge Fernández Díaz. Preparaban unos huevos rotos. Y Wyoming advertía: «Han cambiado los huevos por discos duros. Llevan más hierro». O sea, triturando el ordenador de Bárcenas a conciencia. ¡Ah! Esto del caso Kitchen va a dar grandes alegrías a los humoristas en este inicio de temporada televisiva.

Esta fritura de los ordenadores del extesorero conjuga lo gastronómico con lo religioso. En  el 2013, una rara criatura penetró en el domicilio de los Bárcenas disfrazado de cura. Cuando le apresaron declaró que le habian pagado para robar los pendrives. Pero no dijo de quién fue la idea de transformarle en mosén. No creo que los sarcásticos de la tele tarden mucho en recordar aquellas virtuosas confesiones de Fernández Díaz en el documental El colibrí (estrenado en cines en el 2015), en donde relataba su profunda religiosidad. Bien mirado, a lo mejor no es tan mala idea que a la devota Tamara la pongan en programas de cocina. En la kitchen de Génova quizá sería capaz de descubrir quién transformó al ladrón, en cura.

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