ENTREVISTA

Josep Cuní: "Siempre he estado dispuesto a picar piedra"

El presentador y director de 'Aquí, amb Josep Cuní' se enfrenta a otra temporada del programa marcada por la incertidumbre que rodea a la pandemia

JOSEP CUNÍ

JOSEP CUNÍ / periodico

Inés Álvarez

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En octubre hará dos años q<strong>ue está al frente del matina</strong>l Aquí, amb Josep Cuní, de SER Catalunya, que se ha debido enfrentar a un doble virus: el informático, que les ha hecho trabajar con un gran precariedad, y ahora el biológico, marcado por la incertidumbre. En casi 50 años de carrera profesional no había vivido nada igual: intentar informar de algo de lo que no se sabe nada.

Nueva temporada, con el reto de informar sobre la pandemia

Es muy difícil, porque nadie sabe nada. Todo es incertidumbre, duda y desconocimiento.

La única normalidad

La tendencia del político es pensar en clave electoral. Y no es ético ni moral aprovechar las muertes del covid-19  para sacar un rédito. Debería ser delito.

¿Está haciendo el programa que quería?

Lo vamos modelando. Esta es una carrera de regularidad, no un esprint. Pero hemos tenido incidencias. Hace un año, un virus informático nos dejó en unas circunstancias técnicas más que precarias y luego vino el virus biológico, lo que conlleva un estrés añadido. Pero cada vez más se acerca al espacio que pretendía.

¿Practica la autocrítica?

Sí. Soy un enfermo de la autoexigencia, que es incurable. Con casi 50 años de carrera, cada día, cinco minutos antes de empezar, sudo. Físicamente. Y lo celebro.

La SER Catalunya se puso un plazo para el 2024. ¿Le condiciona?

No, porque eso depende en su mayor parte de la audiencia. 

Difícil competir con RAC1 y Catalunya Ràdio. Pero, además del Barça y el Espanyol, hay un lugar para el Girona. ¿Es su caso?

No hay partido poco importante.  Cualquier emisora de radio y de televisión, por pequeña que sea, es tu competencia.

Y todos buscan el gol...

Buscan el apoyo. El gol ya vendrá. El paisaje no se ha movido en años y entrar en él no es fácil. Además, quienes lo dominan no quieren que estés.

¿Y cómo es su grada?

Muy Barça, donde no hay hooligans y sí un espectador que quiere disfrutar de un partido con un buen estilo de juego y  que se sea respetuoso con el contrario.

Uno de los equipos ha cambiado de capitán. ¿Cómo ve a Laura Rosel?

Lo tiene relativamente fácil, porque está a bordo de un trasatlántico, pero corre un gran riesgo, porque el día que pierda 10 oyentes se le echarán a la yugular. Injustamente. Las comparaciones son odiosas, pero se harán.  Porque la personalidad de Mònica Terribas es muy potente. Y coger su relevo tras marchar de una manera que no le quedó clara a la audiencia es un riesgo.

¿No aguantó Terribas los pinchos de las sillas de los matinales?

Cualquier profesional con una cierta proyección pública tiene pinchos en la sillas, que te puede poner la empresa, algunos colegas que pretenden ocupar legítimamente tu silla  los políticos. Forma parte del juego. Y, a veces, tú. 

¿Qué le haría a usted dar un portazo?

Me he ido modulando profesionalmente para intentar trabajar con la máxima libertad, pero siempre supeditada al marco de la empresa. Y forma parte de mi leal obligación no desmarcarme. Cuando se te hace pequeño, se lo dices a la empresa y si no lo agranda, marcha. Lo que no puedes  es  agrandarlo tú. Esta es una profesión en la que se tiende a la levitación, pero, por la ley de la gravedad, esta es imposible. 

¿Hay que bajar a la Tierra?

La televisión, sobre todo, tiene todos los ingredientes para sentirse importante. Cuando sales de la tele a medianoche y estás solo en un semáforo que se hace eterno, piensas en la dimensión del supuesto éxito. El contraste entre sentirse el rey del mambo y la solitud te enseña mucho. O llegas a casa, ves  la nevera vacía y al cuarto de hora estás tirando de un carro en el supermercado. Y debes comprar papel de váter. Eso no se debe perder de vista. Somos mortales. Un día estás arriba y otro día estás abajo.

¿Es lo que le ha pasado a 8TV?

No hablo mal de donde he trabajado. Pero no es normal que en un país qu epretende ser normal una televisión pública líder no tenga una competencia del sector privado equivalente. Y por qué cuando empezó a serlo de pronto se hizo para que dejara de serlo. Dicen que no es negocio. No te hará millonario, pero será lo suficientemente rentable para mantenerla. O al menos lo era en aquel momento.

Tras esta etapa en la radio, ¿hará  reportajes por el mundo como aquellos que hizo para Cuatro? 

Yo le estoy muy agradecido a Paolo Vasile, porque me dio total libertad para hacer mi asignatura pendiente. Pero no sé qué pasará. Por suerte nunca he tenido que buscar trabajo. Aunque también siempre he estado dispuesto a volver a comenzar y a picar piedra.