TÚ Y YO SOMOS TRES

No han ganado Masterchef, ¡pero han ligado!

La historia de amor entre Luna y Alberto ha dinamizado el concurso

No han ganado Masterchef, ¡pero han ligado!

No han ganado Masterchef, ¡pero han ligado! / periodico

Ferran Monegal

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

No se qué premio es mejor: ganar Masterchef (TVE-1) o encontrar el amor. ¡Ahh! Desde mi punto de vista, estrictamente televisivo, la concursante Luna ha sido la gran dinamizadora de este show gastronómico. Alegre, ocurrente, parlanchina, atolondrada, siempre desbordante en simpatía... ese carácter suyo les ha servido a todos en bandeja lo que la televisión necesita: que nosotros desde casa nos preguntásemos cada lunes ‘¡A ver qué zafarrancho montará hoy Luna! ¡A ver si ya se darán un piquito con Alberto y se atornillan!’. Efectivamente. La historia de amor entre el catalán Alberto y la canaria Luna ha sido muchas veces lo más entretenido de este blanco concurso. «No te pongas detrás mío, cariño. No puedo dejar de mirarte y me va a coger tortícolis», decía haciendo alegres posturitas. Y al final, cuando  les preguntaron ¿qué hay de lo vuestro?, todos rompieron a gritar «¡Que se besen!» y ellos nos regalaron un hermoso pinzamiento lingüístico. Eso a la audiencia siempre nos enternece mucho. Que Masterchef sirva para encontrar el pollastre o la paloma de tu vida es mucho mejor que tener que pasar por el merendero de First DatesMasterchef proporciona más popularidad, y es mucho más divertido.

Ha habido también en esta final un punto de catarsis por parte del chef  Pepe Rodríguez. Fue en la prueba de exteriores. Puesto Pepe delante de su restaurante El bohío, en Illescas, confesó que las había pasado canutas. Dijo que cuando le propusieron hacer  de jurado en Masterchef  estaba en una situación económica muy difícil. Y que ahora, ocho años después, ha podido vencer la adversidad y hasta remodelar a fondo El bohío. ¡Ah! Es verdad que salir en la tele es una palanca magnífica. Pero cuidado con esta visibilidad y fama que la tele brinda. La calidad humana, y el talento gastronómico de Pepe Rodríguez, con tele o sin tele, es indiscutible. Pero hay quien consigue que le enfoquen las cámaras cada día y no obstante su condición de analfabeto, zoquete y mezquino no varía ni un milímetro.

Aquí quien quizá se haya metido en otro lío es Saray. En un rapto de venganza filtró el nombre de la ganadora antes de emitirse la final. ¡Ahh! Parece que los concursantes tienen estipulado por contrato 100.000 euros de multa a quien se vaya de la lengua. Hombre, deseo que no la castiguen.

Suscríbete para seguir leyendo