'Masterchef': liquidado sin haber cocinado

Cada vez es menos concurso gastronómico. Cada vez es más show. El último invento de Masterchef (TVE-1) ha sido expulsar a Fidel por un plato que cocinó Teresa. O sea, lo nunca visto: cocina otro, pero te echan a ti. Eso es como ir a sacarte el  carnet de automovilista y que te suspendan porque tu primo no sabe conducir. Es surrealista. Teresa no paraba de llorar. Decía: «Habeis echado a Fidel por un plato que he cocinado yo. ¡Eso es muy injusto! A él le habeis expulsado, pero a mí me habeis hundido». Efectivamente. Son las nuevas estrategias del concurso. Se han dado cuenta de que a base de golpes estrambóticos la audiencia sube. La próxima semana que pongan a Jordi Cruz desnudito en una palangana, al baño maría, y que los concursantes le vayan clavando palillos como si fuera un pinchito moruno. Verán cómo rompen los audímetros.

EL NARCO MARCIAL DORADO Y SUS AMIGOS .–  Condenado por narcotraficante, Marcial Dorado se ha sentado con Jordi Évole (La Sexta) y le ha dicho que jefazos del PP de Madrid y jefazos del PSOE de Zapatero, le ofrecieron inmunidad jurídica a cambio de «echar basura» sobre Rajoy y Núñez Feijoo. ¡Ah! Debieron ser reuniones prodigiosas: PP y PSOE unidos, a la caza de un objetivo común. Ha conseguido Dorado lo que no ha conseguido el Covid. Lamentablemente Dorado no aportó ninguna prueba. Es el problema de este tipo de entrevistas. De lo que sí hay fotos y pruebas es de los amigables paseos en yate de Dorado y Feijoo. "¿Cómo es Feijoo?". Contestó: «No bebe. No fuma. No le tira la fiesta. Siempre fue un viejo. Pero dormía en mi casa y mi mujer le preparaba el desayuno». «¿Y a quien votará en las proximas elecciones gallegas?» preguntó Évole finalmente. Y entonces emergió la retranca gallega en todo su esplendor: «Votaré a ese que ahora dice que no es mi amigo».

VUELVE LAPORTA .– Le ha dicho Laporta a Melero en Tot es mou (TV-3) que en el Barça «hi ha molt tomàquet» y que se presentará de nuevo a presidente porque el club tiene «una deuda de mil millones, y un gasto de mil millones más, y eso hay que revertirlo». O sea, vuelve Laporta con la misión de sanear el estropicio económico del club. ¡Ah! Aquello de  «¡Al loro!», tan espumoso y divertido, ahora adquiere otro sentido.