TÚ Y YO SOMOS TRES

"¡Un programa de rojos y maricones!"

El caso Alfonso Merlos, insignificante asunto de faldas, transformado en política

"¡Un programa de rojos y maricones!"

"¡Un programa de rojos y maricones!" / periodico

Ferran Monegal

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Nada les he contado del llamado caso Alfonso Merlos. Creo que no hay nada que contar desde un punto de vista periodístico. La intimidad de un ciudadano, con quien viva, o con quien se acueste, ya sea un periodista, un abogado o un lampista, nunca ha sido objeto de atención en los 27 años de esta columna. Ya sabemos que la atracción por el cotilleo en otros ámbitos subyuga. Tele 5, naturalmente, lleva desde la semana pasada llenando sus programas, cada día, con el asunto. No obstante acaba de aflorar, en el programa Sálvame, una derivada, un efecto colateral, que trasciende lo cotilla: la apoyatura política.

Al parecer Merlos es considerado un periodista que abraza y propala la ideología derechista. Y la explosión mediática sobre su caso es considerada, desde sectores de la derecha, como una exageración, una lapidación, un ataque desmesurado, precisamente por ser un periodista derechista. En el plató de Sálvame, un tertuliano afín también a esta ideología, se quejaba de que desde la izquierda se atacase a Merlos no solo por su asunto de faldas, sinó sobre todo porque al parecer se salta el confinamiento, se pasa por el forro la cuarentena, y sale tranquilamente por ahí.

Y el tertuliano añadía: «¿Por qué nada se dice, en cambio, de los paseos de Pablo Iglesias sin mascarilla, o de su chalet de Galapagar?». Y el presentador J.J. Vázquez estalló entonces, le mandó callar, le prohibió hablar de Pablo Iglesias «porque nada tiene que ver con el asunto Merlos», y lanzó esta frase que ya es trending topic en la red: «¡Este es un programa de rojos y de maricones y el que no lo quiera ver que no lo vea!». ¡Ah! La frase estaba lanzada con toda la ironía del mundo, pero evidencia cómo un simple caso de cotilleo de faldas y amantes, acaba siendo carnaza de ámbito político.

Desde hace tiempo famosas estrellitas que hacen televisión basura –ya sea entretenimiento basura o ya sean informativos basura– se esfuerzan mucho en proclamar en entrevistas, o en reflexiones públicas, que son fervientes defensores de una ideología política, incluso de un determinado partido.  De derechas o de izquierdas. Consiguen así la complicidad de ese ámbito político. Se garantizan el apoyo de esa corriente ideológica, de esos partidos.  El tipo de televisión que están haciendo, la bazofia que difunden, no importan en absoluto. Se les disculpa.