TÚ Y YO SOMOS TRES

¡Ratoncitos, la República está a punto!

Desde Twitter, Google o Facebook nos pueden hacer creer lo increíble

¡Ratoncitos, la República está a punto!

¡Ratoncitos, la República está a punto! / periodico

Ferran Monegal

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Se ha presentado Jordi Basté (No pot ser!, TV-3) en la Agencia Imagina, expertísima empresa de marketing digital, y les ha preguntado cómo nos afecta, cómo nos condiciona, cómo nos manipula, todo eso (Google, Facebook, Twitter....) que miramos y usamos continuamente por el movil o por el PC.  Le iluminaron enseguida. Iba Basté en compañía del televisivo y gran activista en la red  Jair Dominguez. Le pidieron que escribiera un tweet. Puso: «Catalunya s’en va a prendre pel sac». Y automaticamente, en menos de 15 segundos, a través de un programita informático crearon 500 cuentas falsas de Twitter (podían haber sido tranquilamente diez mil, o cien mil, la cantidad que ustedes quieran) que inundaron la red de tweets a favor de la advertencia de Jair. Crearon en un plis plas lo que llaman un trending topic.

En realidad no hacía ni falta que Jair escribiera ningún tweet. Lo genera el propio programita y lo expande con miles de cuentas falsas que lo apoyan. Crean lo que llaman estado de opinión. Es una trampa utilísima, por ejemplo en política. Te lanzan un mensaje que diga, por ejempo, «Europa apoya el Consell de la República de Puigdemont» --o al revés-- lo acompañan de varios miles de tweets falsos jaleando el mensaje, y en vista de tan colosal clamor TV-3 te puede abrir tranquilamente un Telenotícies diciendo: "¡Ratoncitos, la República de Catalunya está a punto porque la apoya todo el mundo!" ¡Ahh! Este No pot ser! de Basté ha sido interesantísimo.

También viajó hasta Beverly Hills y el profesor Epstein le dijo: «Google decide qué podemos ver (lo que nos muestra) y qué no podemos ver (lo que tapa y no nos enseña) es decir, censura». Contando que esta plataforma vigila a dos mil quinientos millones de personas, 24 horas al día, como herramienta es tremebunda. ¡Ah! Con instrumentos de tan enorme influencia en nuestras vidas se puede destruir a cualquiera, pongamos un político, en cuestión de minutos. Tres días antes de las elecciones inundas la red diciendo que determinado candidato  no se ducha nunca, que se come las uñas de los piés, y que su perrito está ingresado en la UCI canina de las palizas que le pega, y no le vota ni su familia. Exclamaba Basté, anonadado. «¡Protejámonos! ¡Espíritu crítico!». Pues estamos listos, Jordi. La crítica es herejía. Listas negras. Ahora lo que se lleva es hacer de cheerleader.