pluriempleado en antena 3

Arturo Valls: "El que hace el chiste nunca pretende ofender"

El presentador habla del nuevo programa que está preparando y del rodaje de la película de 'Camera café'

Arturo Valls, en el plató de 'Me resbala'

Arturo Valls, en el plató de 'Me resbala' / periodico

Marisa de Dios

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La vergüenza es una palabra que no aparece en el diccionario de Arturo Valls (Valencia, 1975), quien lo mismo se viste de fallera para hacer las pruebas de 'Ninja warrior', que se presenta en pijama en 'El hormiguero' o se contonea en una jaula haciendo de Shakira en 'Tu cara me suena'. "Mi vocación es entretener al personal", se justifica el presentador, pluriempleado en Antena 3. Además de estar al frente del ya veterano '¡Ahora caigo!', acaba de estrenar la quinta temporada de 'Me resbala' y prepara un nuevo programa para el 'prime time', 'Mask singer: adivina quién canta', mientras compagina los rodajes con su faceta como productor de cine y aprovecha el poco tiempo libre que le queda para hacer deporte. Esta entrevista la hizo subido a una bici entre rodaje y rodaje. 

Esta es la primera entrevista que hago por teléfono con alguien que va montado en una bici... 

(Ríe). Es que aprovecho los ratitos libres que tengo para hacer un poco de deporte, que viene muy bien.

No me extraña que le quede poco tiempo. Sigue con '¡Ahora caigo!' y ahora ha vuelto al 'prime time' con 'Me resbala'.

Hay pocos formatos como este que consigan juntar a la familia en la era de las 'tablets', en la que mientras uno está viendo su serie favorita en la plataforma de turno el otro está siguiendo un vídeo en Youtube. Y 'Me resbala' o 'Tu cara me' suena hacen que toda la familia pueda compartir ese momento de entretenimiento delante del televisor. 

El programa sigue apostando por un humor muy blanco. 

Conecta con algo tan primario como el humor físico, la caída, el golpetazo, la tarta en la cara. Es volver a ese humor más universal...

Han estrenado tres nuevas pruebas, 'La hamburguesa prometida', 'Vibra la gente' y 'Bocabularios', pero no renuncian a sus clásicos, como el 'Teatro dependiente'.

Las nuevas le dan frescura al programa, pero los clásicos nunca fallan. La silla de los calambrazos es algo que ya habíamos usado, pero cuando ves a Monaguillo sentado ahí te das cuenta de que sigue funcionando.

Además, ha fichado como presentador de la versión española de 'Masked singer', programa en el que Ainhoa Arteta, los Javis y José Mota tendrán que adivinar qué famoso canta oculto detrás de una máscara. 

Desde la primera imagen que vi levanté la mano para presentarlo porque tiene un componente muy 'kitsch', muy friki, con los disfraces y la gente cantando debajo. Y luego tiene otra cosa que es el misterio. En EEUU la gente está enganchadísima porque tiene un componente casi de 'thriller' por saber quién está debajo, te van dando pistas, te picas, especulas... Y tiene algo que a mí siempre me ha atraído para aceptar propuestas, que es la originalidad.

Lleva en '¡Ahora caigo!' desde el 2011 y, aunque se pensó que podría desaparecer con la llegada de 'Pasapalabra', ahora parece que no. ¿Le queda cuerda para rato? 

Creo que están buscando la manera de encajar los tres concursos en las tardes, pero no tengo mucha información. Con la caída de 'El secreto de Puente Viejo' puede que esté un poco la solución, pero que conste que solo estoy haciendo hipótesis... La única certeza que tengo es que se está trabajando para encajar el nuevo formato en las tardes de la casa.

Su nombre también sonó para presentar 'Pasapalabra'

¡Ya no me cabe! Yo ya tengo mi concurso, los de 'prime time' y mis proyectos de cine. ¡Ya tengo bastante!

Ha producido dos películas, la comedia negra 'Los del túnel' y 'Los del túnel''Tiempo después'

¿Que no hay que arriesgar dinero? (Ríe) La dificultad que existe para levantar una película también tiene una parte romántica al ver el proyecto en el papel tras convencer en diferentes despachos a la gente para que apueste por él. Aunque después de ese periplo que pasa uno durante dos o tres años, se te quede cara de tonto cuando luego lees un tuit que dice: "Pues a mí me ha parecido una mierda".

"En la película de 'Camera café' vamos a ver dónde están los personajes tras pasar por un ERE"

Arturo Valls

— Presentador

¿Le afecta mucho leer ese tipo de críticas?

Le hago un caso relativo a todo eso. Además, luego es muy satisfactorio entrar en una sala oscura y ver la película que tanto te ha costado levantar. Y si encima tienes la oportunidad de hacer ese proyecto con José Luis Cuerda, todo ese viaje se convierte en algo muy nutritivo.

¿Cómo será su tercer proyecto como productor, la película de 'Camera café', en la que lleva a la gran pantalla la serie que protagonizó en Tele 5?

Estamos terminando de pulir la última versión del guion y buscando financiación. La idea es que la rodemos en otoño. Recuperamos a todo el elenco 10 años después, y vamos a ver dónde está cada uno de los personajes tras pasar por un ERE.

¿Le ha resultado difícil, como actor, hacer cine al ser una cara tan ligada a la televisión?

Sí, claro. De hecho, la idea de producir surge de ahí, de intentar salvar los prejuicios de muchos directores de 'casting' a los que todavía les resulta difícil apostar por alguien que viene de la tele, por alguien que hace entretenimiento. Y, sobre todo,  con películas como las que he hecho como productor. Porque para otras con un perfil más taquillero te pueden llamar por tu condición de personaje popular o ligado a la comedia, pero películas como Los del túnel o Tiempo después, o las generas tú o difícilmente te van a llegar. El hecho de empezar a producir fue un poco por eso: Si la montaña no va a Mahoma, Mahoma va a la montaña.

En la tele, nos ha demostrado que no conoce la vergüenza.

El poco miedo al ridículo es algo que va con la personalidad de cada uno. Mi hijo también me dice que no tengo vergüenza.

¿Y qué le comenta cuando le ve en la tele?

Cuando empezó a verme en la tele yo salía vestido de Shakira y eso fue todo un 'shock' difícil de superar. Ahora me está viendo en cosas más moderadas, así que está siendo como una terapia de choque. La verdad es que se lo pasa muy bien porque es bastante cachondo.

¿Ha heredado su humor?

Bueno, también es de su madre y, de primeras, es mucho más cauto. Y me parece bien que no sea el típico niño gracioso. Eso sí, cuando está a gusto y tiene confianza es muy divertido.

¿Usted sí que era el niño gracioso de pequeño?

Teníamos al gracioso de la clase y yo estaba como en segundo plano, porque así las broncas se las llevaba el que estaba más expuesto. Siempre me ha gustado hacer reír. Pero no por narcisista o por querer ser el protagonista, sino de forma más solidaria, para que la gente esté bien. Mi vocación es entretener al personal.

¿Y no le resulta un poco frustrante que siempre esperen de usted una sonrisa? Porque, como todos, tendrá sus momentos buenos, pero también malos.

Claro, al mismo tiempo es una cruz pero también una bendición, ya que para dedicarte a esto es una maravilla porque no hay nada impuesto. Cuando estaba participando en 'Tu cara me suena', mucha gente me decía: "¡Lo que te obligan a hacer!". Pero no me obligaban a hacer nada, lo proponía yo. Nunca me voy a poner una peluca y unos tacones cuando no me apetezca, porque eso no funciona. Lo tienes que hacer porque lo disfrutas y lo sientes. Aunque después de ocho horas de rodaje, cuando me subo a un taxi tampoco toca hacer cachondeo. Uno tiene diferentes yos y el personaje que vemos en la tele tiene mucha afinidad conmigo como persona, pero no siempre estoy a ese nivel de humor y tan hacia afuera todo el rato.

¿Así que fue usted quien decidió vestirse de fallera?

¡Claro! Y es ya un icono.

"Nunca me voy a poner una peluca y unos tacones si no me apetece"

Arturo Valls

— Presentador

¿Se puede hacer humor de cualquier cosa?

El humor y la broma lo que tienen que ser es buenos. El problema es el interlocutor. Al final, el que hace el chiste nunca pretende ofender. En general, hay que relajarse con el asunto. Aparte, es que somos especialistas y, al minuto uno, estamos haciendo bromas de todo, porque la vida es drama y también comedia. Cuántas veces en un funeral ha habido tristeza y lágrimas hasta que, de repente, alguien ha hecho una broma y otro ha empezado a reírse...

Precisamente es el sitio menos indicado para hacer humor.

Pero somos así. De repente, te tienes que reír como forma de liberación. Lo estamos viendo ahora con el coronavirus. Hay cosas que quizá sí que requieran un pequeño duelo, pero al final todo es comedia.

A usted, ¿qué le hace perder la sonrisa?

La política espectáculo y los medios de comunicación que convierten las noticias en espectáculo porque, en general, se está perdiendo la ética en todos los sentidos. Y eso preocupa, porque no sabes muy bien a dónde va a ir a parar todo. Así que lo que me hace perder la sonrisa es la falta de políticos y periodistas como los de antes. 

Hace años empezó la carrera de Periodismo. ¿Se plantea acabarla?

El saber no ocupa lugar, pero está complicado. Sí que me gustaría hacer algún master sobre producción de cine. ¡Cuando encuentre tiempo!