TÚ Y YO SOMOS TRES

Junqueras I, el desenredador

La paradoja que Évole resalta: "De él depende la gobernabilidad del Estado, y está en la cárcel"

Junqueras I, el desenredador

Évole y Junqueras, en la cárcel (La Sexta).  / periodico

Ferran Monegal

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Regresa Jordi Évole a La Sexta (Lo de Évole) y nos ha puesto solo dos minutos -lo que en la tele llaman ‘un anzuelo’- de su conversación con Oriol Junqueras en la cárcel. O sea, nos incentiva, nos estimula, para que veamos la entrevista entera la próxima semana. La veremos, es indudable, pero ya nos ha ofrecido un momento interesante. Cuando le dijo que Juan Alberto Belloch estaba convencido de que  Junqueras está llamado a ser el gran desenredador del lío que hay montado, pero que le asaltaba una duda: «No sé si está maduro para hacer lo que históricamente le toda hacer». ¡Ah! Sonrió Junqueras al escuchar este suave recelo de quien fue superministro de Justicia e Interior de Felipe González, y apuntó: «Hombre si se trata de desenredar yo me apunto; a desenredar me apunto siempre. Pero si estoy o no maduro, eso lo tendrán que opinar los demás».

¡Ah!  Este lance tiene una notable retranca subterránea. La resaltó el propio Évole cuando nos pasó la conversación que habia tenido con Belloch. Cuando le dijo al exsuperministro: «Fíjese usted, hoy hay una persona de la que depende la  gobernabilidad del Estado, ¡y está en la cárcel!». Efectivamente, aquel que muchos consideran que puede ser el gran desenredador, el gran desenmarañador de la maraña que hay formada, resulta que está entre rejas, enjaulado. El tema da para un debate largo. No fue la única paradoja que nos ofreció Évole esa noche.

Antes de acercarse a Lledoners, estuvo con el que fue uno de los primeros insumisos de la España en democracia, José Ramón Gómez Prieto. Hace más de 20 años lo entrevistó Jesús Quintero en la cárcel (Cuerda de presos, A-3 TV). Ahora, naturalmente ya en libertad, Évole le dijo: «Tu estuviste en la cárcel por algo que ahora no es delito. ¿Crees que ahora hay delitos que dentro de unos años no lo serán?». ¡Ah! La pregunta albergaba una ironía considerable. Pero la respuesta fue aún más mordaz: «¡Al revés! --contestó-- Yo creo que habrá cosas que hoy no son delito pero que dentro de poco lo serán».

De esta primera entrega queda por saber si Èvole habrá podido entrevistar a Jesús Quintero, o no. Yo creo que sí. Vimos que le dejaba entrar en su casa. Pero le advirtió: «Qué peligro tienes, Jordi, ¡ozú!. ¡Ah! Se intuye un sabroso cara a cara. Otro anzuelo de gran efectividad.