ESTRENO ESTE 2020

'Caminantes', terror a través del móvil

CAMINANTES

CAMINANTES / periodico

Inés Álvarez

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Es noviembre y luce el sol. Por fin luce el sol tras 18 días de intensas lluvias en el parque natural de Gorbeia, en Vizcaya. En uno de sus bosques, que simula ser la Selva de Irati, en Navarra, se ruedan unas escenas deCaminantes de la plataforma Orange TV en España. Una ficción de terror producida por 100 balas (The Mediapro Studio). Cuando se inicia la acción, unos jóvenes corren buscando a un chico. Le dicen que no se esconda, que no le van a hacer nada. Una de las chicas recuerda que solo es un niño. De pronto le encuentran. Tiene una herida en la cabeza y sangra.

Con los chicos, jóvenes de entre 15 y 25 años, corre un adulto. Se agacha y hace unas coreografías imposibles con un móvil en la mano captando sus movimientos. Primero va pegado a uno; luego, a otro. Es Koldo Serra, realizador que se ha labrado su reputación en series como <em>La casa de papel</em> y <em><strong>El Ministerio del Tiempo</strong>,</em> y que está viviendo el rodaje en el que más se ha implicado. «Es la primera vez que llevo una cámara en mi carrera. Esta vez lo hago porque es más pequeña, un móvil, y estoy operando todo el rato. Y me lo paso muy bien. El hecho de trabajar con jóvenes y correr con ellos es una vuelta a mis orígenes», dice Serra, que a sus 44 años parece un chaval más. «Se tira literalmente por el suelo», apunta Alejandro Flórez, director general de 100 balas.

METRAJE ENCONTRADO

Y aunque Serra es el que sabe de cine y de series, al ser esta una ficción de material encontrado (aquellas que se basan en grabaciones de los protagonistas), elaborado, en esta ocasión, con móviles y sus aplicaciones, escucha humildemente lo que le sugieren los chicos. «Son ellos los que me han enseñado a mí. Yo no voy a explicarles cómo se hacen las stories o se pone un filtro de Instagram», avisa.

Y es que esa generación de actores ha crecido con un móvil como extensión de su mano. Aunque en Caminantes se han encontrado con una complicación: además de grabar con ese dispositivo, otras veces deben ir con director pegado a ellos mientras, otras veces, es este quien les graba. «Y que no me miren a mí, sino a sus compañeros, que son quienes se supone que sujetan el móvil», explica. Para ello hicieron previamente toda la serie en un plató. «Para que se acostumbraran a que yo fuera los ojos de ellos», comenta el realizador.

MÓVILES 'TUNEADOS'

Y con dos Iphone 11 y dos Iphone 10 XS, a los que les han añadido ópticas anamórficas y un montón de filtros y aplicaciones, se fue creando ese material encontrado con que se inicia la serie. «Caminantes se rueda en 4K, HD. Y hemos intentado aprovechar todo el lenguaje de los móviles a favor de la narrativaCaminantes. Filtros y cosas que los jóvenes tienen muy interiorizados para aplicarlo a algunas secuencias y convertirlas en algo terrorífico», dice. Pero también han rodado con material Pentacam, con cámaras de hace 20 años y sus operadores, para, junto con el vestuario y la estética, recrear el lenguaje de los informativos de los años 90.

Lo bueno de trabajar con móviles es su rapidez, aunque en algunos aspectos les ha ralentizado, como en el proceso técnico de sacar una señal. «Hay una secuencia en la que un móvil cae dentro del agua, y para sacar esa señal de salida desde el móvil al combo y al operador nos la hemos visto y deseado», reconoce.

Llegado a este punto, recuerda que no es el primero que graba con móviles. También lo han hecho directores de prestigio como Steven Soderbergh. «Aunque igual en mejores condiciones. No obstante, como él, trabajamos con unas aplicaciones que permiten usar los móviles como si fueran cámaras profesionales: puedes diafragmar, tener foco,  jugar con calidades y formatos, grabar en estéreo...», detalla. 

También han utilizado zooms digitales. «Porque sacan mucho grano, mucho ruido a la imagen y eso me gusta, porque le da realidad.  Y si los encuadres son malos y los chicos cortan media cara, mejor, porque eso juega más a favor de la historia. Hemos intentado hacer virtud de los problemas que aparecen cuando se rueda con un móvil». Lo mismo que con la incesante lluvia que cayó durante tres semanas de las cinco del rodaje: «Hemos intentado grabar cuando no llovía tanto. Pero hasta nos ha venido bien a la serie. Esta zona, soleada, es preciosa, pero con niebla y bruma funciona mucho mejor para dar un clima de terror».

JÓVENES DESAPARECIDOS

Vistas las particularidades técnicas de Caminantes, que es uno de sus grandes atractivos, pasemos a la historia que cuenta. «La serie se inicia con la policía encontrando los teléfonos móviles de unos chicos que han desaparecido haciendo el Camino de Santiago. Y a partir de ahí se construyen todas las aventuras, o más bien desventuras, que han pasado». Y hasta ahí puede leer. No. Aún puede soltar algo más. «Solo diré que lo que les pasa está relacionado con algo que ocurrió 20 años atrás», dice esquivando como puede el spoiler.

También cuenta que los jóvenes se enfrentarán a todo tipo de terrores. «Hay historias fuera de campo, terrores menos explicados y, sobre todo, terrores físicos», accede a explicar. Y entonces Serra se congratula de la libertad que les ha dado Orange TV para dar rienda suelta a su terrorífica imaginación. «No es que sea una orgía gore ni mucho menos, pero hay momentos en que hay violencia y, otros, en el que un fuera de campo es más importante en la trama, porque es más sugerente lo que está sucediendo fuera y el espectador imagina lo que ocurre delante de la cámara», asegura. 

CÓCTEL DESACOMPLEJADO

«Es un cóctel muy desacomplejado ya en el guion», precisa José A. Pérez Ledo. Y él lo sabe más que nadie, porque es el creador y guionista de la serie. «En Caminantes hay todo tipo de subgéneros: metraje encontrado, folk horror (terror folclórico) y terror basado en la mitología del Camino de Santiago», añade. Para Pérez Ledo esta es su primera ficción de terror, mientras que Serra ya había tratado este género, aunque nunca en una serie: «Y eso que me gusta», afirma el director vasco.

 «No he hecho terror más allá de los cortos Amor de madre y Amor de madreEl tren de la bruja, detalla. Por el segundo ganó el Premio del Jurado del Festival de Cinema de Sitges al Mejor Corto Fantástico y el Méliès de Oro al mejor cortometraje fantástico europeo en el Amsterdam Fantastic Film Festival. También ha tocado el tema de los bosques, ya que en el 2006 filmó Bosque de sombras. «Ha sido un poco como volver a los orígenes y a los cortos: a la sangre, al terror, a rodar en bosques y a las inclemencias climatológicas, que es lo que a mí me gusta», confiesa. «Pero nunca he hecho algo tan largo en el género del terror.

LENGUAJE 'MILLENNIAL'

Porque esta serie podría ser perfectamente una película de dos horas si juntamos todo», indica Serra. ¿Y por qué no ha sido una película? «Porque estamos en la era de las series», advierte Pérez Ledo, su guionista. Y prosigue: «Cada vez se hacen episodios más cortos. Y en esta serie, que lo son, además cada capítulo queda muy arriba». Caminantes la componen ocho capítulos de máximo 20 minutos.Caminantes «Con lo que los puedes ver en una tirada», asegura Flórez. «Y eso sin tratarse de comedia, donde es más habitual. Se está rompiendo poco a poco la dictadura de las duraciones»,  anuncia el responsable de 100 balas.

El trabajar con metraje encontrado no es algo nuevo. Ya se utilizó en clásicos del terror como El proyecto de la bruja de Blair y Holocausto caníbal. Lo que diferencia a Caminantes de estas películas es que bebe de una generación: la de los chicos que rondan los 20 años. «Si hay una gran diferencia con el metraje encontrado de ficciones anteriores es que hacemos un uso muy intensivo del lenguaje millennia», explica Pérez Ledo, mientras justifica que no resulta en absoluto extraño que todos los chicos hayan grabado todo lo que les ha pasado. «Porque los jóvenes de hoy en día lo graban todo. Bueno, todo el mundo lo graba todo», admite.

LOS JÓVENES ACTORES

Tanto hablar de los chicos, las víctimas del terror en la ficción, y del frío y las duras condiciones de rodaje en la vida real, y siguen sin ser presentados. Los actores que dan vida a los personajes principales son dos chicas, Alexandra Pino (Sé quién eres, Lo que escondían sus ojos) y Songa Park (Allí abajo), y tres chicos, Daniel Ibáñez (Los nuestros, Terminator, La valla), Carlos Suárez (La casa de papel) y Lucas Miramón (Allí abajoLos nuestros, Terminator, La vallaBilly Elliot, el musical.  Todos responden perfectamente al perfil buscado: jóvenes con experiencia, pero bastante desconocidos. «Queríamos que no tuvieran nombres muy importantes y que la gente no tuviera una imagen preconcebida de ellos», señala Serra. Pero la experiencia que tienen todos ha permitido que todo haya fluido con rapidez. «Estoy enamorado de los cinco chicos», confiesa. 

Alexandra (25 años), la mayor del grupo, es la que más ha sufrido las bajas temperaturas. «Hemos tenido días muy duros físicamente, pero han sido situaciones puntuales. En cambio, los días de frío han sido muchísimos». «El 99%», precisa su compañera Songa (21).  El tener que operar ellos mismos con móviles tampoco les ha resultado fácil. A Alexandra, porque no es muy de grabarlo todo. «Soy más a la antigua», dice. Y confiesa que se tuvo que buscar una justificación para que su personaje lo grabara todo: «Lo hacíamos porque si no salíamos de ahí. Y que, al menos, se viera. Es por necesidad». A Songa le ha costado, porque, aunque es una adicta a Instagram y tiene muchos seguidores, le provocaba  inseguridad hacerlo en plan profesional. «Pero luego fui descubriendo que es lo que está pasando actualmente: que la gente emite todo lo que hace». Asimismo, ambas valoran que el director les dejara aportar cosas. «Songa introdujo LOL y lenguaje millennial», resalta su compañera.

Daniel (24), que aparece en La valla, serie que acaba de estrenar Antena 3, es Dani en Caminantes: «No es el líder, pero tiene una personalidad dentro del grupo. Tiene ese rol. Pero pasan cosas, y los roles se tambalean». El actor también valora mucho que ellos hayan podido aportar cosas a la serie: «El guion está muy bien escrito y la historia, cerrada. Pero en los diálogos intentas aportar matices. La serie ha crecido con el trabajo que hemos hecho cada uno. Sobre todo en cuanto al texto y a las cosas de los jóvenes».  Con respecto al público, el actor confiesa: «Espero y deseo que llegue a todas las edades, pero va a gustar mucho entre los más jóvenes, por el tema de los móviles, de los filtros...».

Carlos (21), que ya había trabajado con Koldo Serra en La casa de papel, el rodaje le ha parecido especialmente duro. «Ha sido muy exigente, con lluvia, con móviles y a nivel interpretativo. Pero hemos sobrevivido. Aunque había días de pena, de levantarte y decir: ‘Quiero irme a mi casa ya’». No obstante, todo merece la pena si se trabaja con Serra: «Es un director de la hostia. Ya había coincidido con él en La casa de papel, y se entrega al 100%. Tiene las cosas claras, sabe lo que quiere y cómo lo quiere. Es una maravilla», dice con un último halo de energía. 

Lucas (15) es el benjamín del grupo. Él da vida al hermano del personaje de Alexandra. «Es muy pasota. Va obligado y, al ir con mayores, va un poco más a su rollo», explica este adolescente para el que esta es su primera serie, pues viene del musical Billy Eliot. «Allí me prepararon mucho para la interpretación», dice. Sus colegas, que no llegan ni a millennials, han visto el teaser y les ha gustado. «Me ha sido fácil trabajar con móviles, como en la sociedad ya están tan integrados...». 

TIPOS DE CONSUMO

Por eso esta serie está pensada para que se pueda consumir perfectamente en estos dispositivos. «Soy consciente de que el público al que mayoritariamente va destinado es joven. Los capítulos durarán entre 18 y 15 minutos, con lo que van perfectos para un trayecto de metro o bus. El disfrute en el móvil con unos cascos no va a quitarle un ápice de emoción», asegura Serra. Pérez Ledo no piensa así. «Yo prefiero que la vean en un pedazo de televisor bien grande», dice, orgulloso de su criatura.

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