censura en la era Bolsonaro

El Supremo brasileño permite la serie de Netflix sobre un Jesús gay prohibida por un juez

Cartel de la película 'La primera tentación de Cristo'.

Cartel de la película 'La primera tentación de Cristo'. / periodico

Abel Gilbert

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"Le dije que eres salvaje, que eres un Capricornio travieso. A veces, demasiado travieso", dicen sobre Jesús en 'La primera tentación de Cristo' y se le sugiere al espectador de Netflix la existencia de un mesías gay. La sátira navideña de Porta dos Fundo, una conocida productora de vídeos de comedia, provocó el alzamiento del universo evangelista aliado con el Gobierno de ultraderecha de Brasil. El juez carioca Benedicto Abicair ordenó a la plataforma online retirar ese programa porque "el derecho a la libertad de expresión, prensa y artística no es absoluto", y mucho menos en la era de Jair Bolsonaro que ha cumplido un año en el poder. La decisión del juez se conoció después de que explotaran en la sede de la productora dos bombas molotov. "Las consecuencias de la difusión y exhibición de la 'producción artística' (...) son más propensas a causar daños más graves e irreparables que su suspensión", añadió el magistrado. Las repercusiones de esa medida fueron tan grandes e intensas que Antonio Dias Toffoli, el presidente del Tribunal Supremo, suspendió la orden del juez por considerar que se atentaba contra las graantías establecidas en la Carta Magna. 

Dias Toffoli defendió de manera enfática "la plenitud del ejercicio de la libertad de expresión como una consecuencia inmanente de la dignidad de la persona humana y como un medio para reafirmar / empoderar otras libertades constitucionales". El giro en este caso fue saludado por la comunidad cultural.

Horas antes de que el Supremo tomara artas en el asunto, el Colegio de Abogados había repudidado el ultimátum dado por Abicair a Netxflix. "Cualquier forma de censura o amenaza a esta libertad ganada con tanto esfuerzo significa un revés y no puede ser aceptada por la sociedad", advirtió su presidente Felipe Santa Cruz. El juez, quien no reniega de su simpatía pública por Bolsonaro, allanó ese camino al aceptar un recurso presentado por grupos evangelistas, entre ellos la Asociación Centro Don Bosco de Fe y Cultura, que vio en la pantalla a un Jesucristo "homosexual infantil, novio de Lucifer, y una María adúltera angustiada". Netflix ha evitado pronunciarse al respecto.  El dictamen judicial, señaló Bruno Boghossian en el diario paulista 'Folha', "ha dado a los intolerantes una buena causa y ha demostrado que la protección de las libertades en el país es tan frágil como parece". El juez, agregó, "actuó como si la mejor manera de frenar la actividad de los fanáticos criminales fuera cumplir sus deseos. Para empeorar las cosas, decidió instituir una figura absurda como censura preventiva y trató la libertad de expresión como un tema secundario".

Cultura en peligro

La productora Porta dos Fundo condenó el acto de violencia del cual fue objeto su sede. "Avanzaremos, más unidos, más fuertes, más inspirados y seguros de que el país sobrevivirá a esta tormenta de odio", dijo. El incidente con Netflix no es un caso aislado. Wagner Moura, el director de 'Marighela', una película sobre la historia del guerrillero ultimado por los militares en 1969, no ha podido estrenarse en Brasil. "La censura en Brasil hoy es un hecho", dijo.  Semanas atrás, decenas de intelectuales brasileños, entre ellos el fotógrafo Sebastião Salgado, aseguraron en París que con Bolsonaro la cultura enfrenta situaciones oscurantistas que remiten a los peores años de la dictadura (1964-85).

"Estamos a favor de la libertad de expresión, pero ¿vale la pena atacar la fe del 86% de la población?", se quejó el diputado Eduardo Bolsonaro frente a las acusaciones. El hijo del presidente calificó a la sátira de "basura" y tachó a sus creadores de "personas que no representan a la sociedad".