Pedroche vuelve a dar la campanada

Lo ha vuelto a hacer. Gustará más o menos el vestidito de marras, pero hay que reconocer que Cristina Pedroche se ha quedado de nuevo con el personal. Después de tanta transparencia y unas orlas de flores en forma de biquini, era difícil adivinar cuál sería el nuevo paso. Aunque visto el vídeo de promoción de las campanas 2019 de Antena 3, en el que supuestamente paseaba desnuda por la Puerta del Sol, era de prever que iría tapada hasta las cejas. Y casi ha sido así. El 'vestido coraza' dorado y negro de gladiadora galática,que no enseñaba nada pero que insinuaba todo, le ha hecho dar de nuevo la campanada. Que de eso se trata.

Aunque las campanadas, no lo olvidemos, no son solo un desfile de modelos, y la noche propició momentos complicados, entrañables  y divertidos. El más delicado fue el que pudo haber provocado el atragantamiento con las uvas de los canarios debido al lapsus del presentador de TVE-1 en Las Palmas de Gran Canaria, Roberto Herrera, que secundó la cantante Ruth Lorenzo. Herrera advirtió que el carrillón del reloj de la Catedral de Santa Ana duraba tres minutos, cuando en realidad faltaba solo uno para las 0.00 horas, con lo que les pillaron los cuartos y las campanadas de sopetón. No hubo víctimas. Solo enojos.

El momento entrañable, por su parte, lo protagonizó Roberto Leal, que tuvo que hacer de tripas corazón para dar las cara en Nochevieja cuatro días después de la muerte de su padre, Pepe. El presentador de TVE-1 aprovechó para recordar a las personas que se han ido y lanzar una advertencia: “Tenemos llamadas perdidas de nuestros padres, tenemos mensajes que vamos posponiendo y algún día será tarde”. Mientras que los diálogos más divertidos y gamberros los ofrecieron Iñaki López y Cristina Pardo, que apostaron por unas campanadas llenas de humor con 'apariciones estelares' de habituales de La Sexta como Paco Marhuenda y Miguel Ángel Revilla.

También le dieron un toque divertido al asunto el trío del ‘TN vespre’ de TV-3, encargados de las campanadas de este año, cuando Tomàs Molina y Tonii Cruanyes simularon ir a besar al unísono a Maria Fernández Vidal y acabaron dándose un abrupto 'piquito'. Un guiño ‘gay-friendly’ para unas campanadas presididas por el impresionante espectáculo coreográfico de la compañía francesa Groupe F, celebrado en la Avenida Maria Cristina de Barcelona.

Los modelitos

Volviendo al estilismo, el vestido de Pedroche, diseñado por ella misma y su estilista Josie y realizado por Jacinto de Manuel con vidrio reciclado y pan de oro, se llevó el Oscar a la provocación (nunca mejor dicho, porque en los memes la comparaban con la célebre estatuilla, y también con los robots de 'Star Wars' C3PO y ‘Metropolis’, de Friz Lang ), pero en otra liga, la de la elegancia, competían este año la veterana Anne Igartiburu (TVE-1),  y, desde el pueblo cacereño de Guadalupe, y con un moño 'king size', la 'novata' Paz Padilla (Tele 5). La primera escogió un ajustado vestido de Lorenzo Caprile color rojo guinda, mientras que la cómica lució un diseño blanco de alta costura de Alejandro de Miguel (aunque previamente parodió a Pedroche despojándose de la enorme capa para mostrar debajo un ridículo pijama de lunares).

Muy de cerca les seguía Maria Fernández Vidal, con un vestido de terciopelo azul de escote barco. Cristina Pardo, con el suyo también de terciopelo con mangas abullonadas no buscaba competir, pero era discretamente elegante. En cuanto a los presentadores (Alberto Chicote, Jesús Vázquez, Roberto Leal, Toni Cruanyes y Tomàs Molina), elegantes todos y de oscuro, con la salvedad de Iñaki López, que se atrevió con una chaqueta blanca y pajarita. Cuando su compañera bromeó con su apariencia de camarero, el periodista de 'La Sexta noche' le replicó: “Esperaba ese comentario en las redes, pero no primero de ti”. A lo que ella apostilló: “Así lo abortamos”.

Aunque la nota más intencionadamente esperpéntica la dio, como ya va siendo habitual, el marido de la Pedroche, el chef Dabiz Muñoz, que, aunque no está en nómina de ninguna cadena, es un protagonista más de las campanadas al enfundarse el modelito que ella ha lucido el año anterior (en este caso el biquini elaborado con flores) y mostrarlo en las redes. Siempre la supera. La incógnita es cómo hará el año que viene para rellenar la sinuosa y curvilínea coraza que heredará de su chica.