TÚ Y YO SOMOS TRES

"¡Racista!", "¡Fascista!": la salsa 'arrabbiata'

Tú y yo somos tres. Por Ferran Monegal

Ortega Smith y Aitor Esteban (La Sexta).   / periodico

Ferran Monegal

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A mí los espaguetis ya no me gustan si no les meten triple dosis de peperoncino. O sea, mi paladar se ha pervertido y solo encuentra gusto cuando están all’arrabbiata. Con los debates políticos pasa igual. La tele nos ha acostumbrado a la pirotecnia, al petardazo, al impacto. Buscamos salsa picante. El otro día lo dijo Pablo Iglesias en El hormiguero (A-3 TV), quejándose de que solo haya un debate con los cinco candidatos: «Será estilo monólogo, uno detrás del otro» y reclamaba debates con mordiente.  En el debate del viernes en TVE-1, el moderador Xabier Fortes les decía: «¡Todos contra todos, todos contra todos!». Les animaba. Comprendámosle. Lo hacía con buena intención. Sabía que sin combates cuerpo a cuerpo, no hay minuto de oro ni nada. A pesar de estar la tremenda Cayetana, no se consiguieron peleas resaltables. Pero ocurrió un lance al final, cuando los debatientes ya se despedían: Aitor Esteban (PNV) le negó el saludo a Espinosa de los Monteros (Vox). Pasó de él. No quiso estrecharle la mano. Fue al final, repito, pero con ese gesto cualquiera de las cadenas de los imperios privados habría sacado petróleo. Es más, en lugar de dar el encuentro por terminado yo creo que lo habrían prolongado. El cacao estaba asegurado.

Esta oportunidad no la perdió Iñaki López al día siguiente en La Sexta noche. Comenzó diciéndole a Aitor Esteban que contase por qué se negó a saludar a Espinosa en TVE-1. «Fue una hipocresía que me quisiera dar la mano alguien que me acababa de llamar racista» contestó. Y el programa, que había colocado a otro de Vox (Ortega Smith) precisamente a su lado, consiguió uno de los arranques más rabiosos de la historia de los debates televisados. «Racistas, xenófobos, esquizofrénicos. Vosotros los del PNV pactasteis con Hitler en San Sebastián. Y luego recogíais las nueces de los palos que ETA agitaba. ¡Haremos todo lo posible por ilegalizaros!» tronaba con saña el de Vox. Y el del PNV respondía: «¡Fascistas, quien se reunió con Hitler en Hendaya fue vuestro héroe, Franco!». ¡Ah! La colisión fue tan violenta que de nuestro televisor salían despedidos trozos de metralla. Con la irrupción de Vox en los platós se corporiza el negro fantasma preconstitucional. Televisivamente hablando puede que sea rentable como show a corto plazo. Pero mal asunto si después del espectáculo acabamos temblando.