Cámaras sobre los Mossos

A la policía (Mossos, Policía Nacional, Guardia Civil) les pasa como a los banqueros: mal asunto cuando son objeto de atención y salen en la tele. Lo ideal es que su trabajo sea efectivo, impecable, pero discreto. Cuando se transforman, o son transformados, en protagonistas, es que algo no va bien.

Ahora llevan varias semanas con el foco televisivo puesto sobre todos ellos. En Catalunya, en TV-3, la novedad es que ahora también se cuestiona a los Mossos. Ya no es solo el habitual rechazo a lo que vienen calificando como «forces d’ocupació» (Policía Nacional y Guardia Civil); ahora también los Mossos. No es de extrañar: hacen seguidismo amplificando las críticas de Torra contra ellos. ¡Ah! Que el president de la Generalitat cuestione su propia policía tiene mérito. Y naturalmente en TV-3 le hacen de voceros.

Este sábado hemos tenido dos Mossos en la tele. Uno en el programa especial El segòn Octubre (TV-3) y otro en Liarla Pardo (La Sexta). Ambos agentes tenian el rostro protegido: el de La Sexta con capucha, el de TV-3 difuminado. Ha sido interesante escucharles. Conocer lo que piensan, lo que sienten, las órdenes que tienen que obedecer y su retrato de la situación. 

El subinspector de la Brimo que ha salido en TV-3 decía: «Se ha subido de golpe un escalón en la escala de la violencia. Lanzamientos de piedras, botellas de vidrio, y pirotecnia de alto calibre contra los agentes. Agresividad enorme. Entonces hay que actuar porque hay peligro para nosotros, los agentes, y también para el resto de los manifestantes. Tenemos que hacer nuestro trabajo, y no hay nadie más que lo pueda hacer».

El mosso de La Sexta decía lo mismo, con alguna  consideración muy meditable. Decía: «Adoquines, botellas, cócteles con ácido... Y nosotros a aguantar, hasta que nos dan la orden. Muchas veces llega tarde. Nos mandan esperar hasta que todo está ardiendo. Los políticos no resuelven sus problemas y nos utilizan a nosotros. Querían ver disturbios, masas en la calle en explosión de fuerza. Lo peor: que el cuerpo de Mossos, en lugar de estar protegido por el president. Meditable su advertencia de que les mandan actuar tarde, no preventivamente, si no cuando ya todo está ardiendo. ¿A quién le interesa esta estrategia? ¿Al Gobierno central? ¿Al Govern? Alguien debería responder.