ENTREVISTA

Lucía Jiménez: «Tenía ganas de que algún día me llegara 'Amar es para siempre'»

La actriz irrumpe en la serie de Antena 3 en el papel de una viuda independiente en la convulsa España de los años 76 y 77

LUCÍA JIMÉNEZ

LUCÍA JIMÉNEZ / periodico

INÉS ÁLVAREZ

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No va de buena actriz, aunque brilla en sus interpretaciones. No va de cantante, pero demostró que sabía hacerlo en 'Tu cara me suena'. No va de guapa, pese a tener una belleza elegante que traspasa la pantalla. Lucía Jiménez (Segovia, 1978) ya no es aquella niña de 18 años que se dio a conocer con  'Al salir de clase' (Tele 5), y en su haber figuran un montón de series, musicales y películas. Ahora le ha llegado la oportunidad de participar en 'Amar es para siempre', un sueño que acariciaba. Estén atentos, que llega Irene.  

Este año ha tenido que acortar sus vacaciones...

Eso es. Entro en la nueva temporada de 'Amar es para siempre' y, como se empezó a grabar en este mes de agosto, he tenido que interrumpirlas. Pero con alegría, porque es un proyecto muy bonito.

Una serie diaria tan longeva

Llevaba ya tiempo con ganas de que sucediera, porque, como la serie  lleva muchos años, yo pensaba:  en algún momento me tocará. Y por fin ha llegado este año, y en un buen momento. Porque en la serie estamos en los años 76 y 77, una época, la de los años 70, muy bonita de hacer y que yo no había tocado nunca.

"Irene es una mujer muy independiente que todo lo va a hacer por la pasión que siente por un hombre"

Fue una época convulsa, en la que hubo muchos cambios en España. ¿Se verá esto en la serie?

Sí, la serie refleja mucho la situación que se estaba viviendo y la vida cotidiana, que, al final, es lo que más le gusta al telespectador: ver la vida cotidiana en los acontecimientos históricos y relevantes.

¿Sus padres le han hablado de esa época, en la que vino al mundo?

Claro. Es que es una época de la que hay mucho que rescatar. Porque empiezan a haber más libertades,  aunque la mujer sigue estando en un segundo plano. Pero mi personaje, Irene, es una mujer que trabaja,  es la gerente de un hotel;  vive sola, porque es viuda,  pero le queda mucha vida por delante y es una mujer, entre comillas, independiente.

Parece interesante...

Además, ha estudiado una carrera. También lo ha hecho su hermana, y el empeño de Irene es que vuelva a trabajar, ahora que sus hijos ya son mayores. Se había apartado un poco de su carrera por su familia e Irene la anima para que trabaje.

¿Qué le gusta más de Irene?

Es un personaje que está lleno de matices y de  sorpresas. Y de recorrido. Llevamos poco tiempo de rodaje y ya me ha tocado hacer un montón de cosas. Es una mujer que está enamorada y todo lo que va a hacer lo justifica la pasión y el amor que siente por esa persona. 

¿Es algún miembro de los Vega? La familia rival de los Ordóñez, para quienes Irene trabaja.

Es que no sé lo que puedo desvelar. Lo que sí le puedo decir es que va a ser muy juzgada, porque la persona de la que está enamorada está…

¿Casada? 

Sí. Es un hombre casado. 

¿Y cómo lleva entrar en la locura de una serie diaria? Porque desde 'Al salir de clase' que no hacía una.

Así es. No había vuelto a hacer una desde entonces, y el ritmo es frenético. Sobre todo la sensación de que empiezan a llegar guiones y más guiones y tú piensas: ¡Dios mío, si yo aún estoy estudiando y leyendo los de esta semana!. Es mucho trabajo, pero es increíble cómo funciona el equipo. Llevan tantos años, que lo tienen todo muy estudiado, muy cuadrado. La forma que tienen de trabajar es admirable. 

Y para usted es un gran cambio...

Sí. Para empezar, saber que tienes trabajo durante un año y que no va a parar. Además, es bonito pensar que el personaje va a tener mucho recorrido. Ahora mismo no sé lo que le pasará a Irene después de las Navidades. Estás viviendo las cosas que al personaje le van llegando. Es que estoy enganchada, vamos. Estoy todo el tiempo: ¡ay, qué le pasará! Como un telespectador más.

"Desde 'Al salir de clase' que no hacía una serie diaria. El ritmo es frenético, pero tienes un año de trabajo"

Hablando de aquella serie juvenil, 'Al salir de clase'. Qué orgullo debe suponer haber participado en una serie que pasará a la historia de la tele española.

Son proyectos que llegan y que uno no sabe la dimensión ni la repercusión que van a tener en tu vida. Yo voy por la calle y sigo siendo la de Al salir de clase. Son gente de mi generación que te dicen: «¡Te veía en 'Al salir de clase'! ¡Qué ilusión». La verdad que ha pasado mucho tiempo, pero recuerdo esa serie con muchísimo cariño, con mucho amor. En ella aprendí mucho, porque fue una gran escuela. Imagínese: trabajando en una serie diaria con 18 años, con cuatro cámaras, guiones, estudiando a todas horas... Al final sales con muchas tablas.

Aprendieron más en ese instituto que en la universidad.

¡Jolín, sí!  Y la verdad es que sí que la recuerdo con mucho cariño.

Además fue una gran cantera de actores y actrices.  ¿Mantiene contacto con sus compañeros?

Pues sí. La serie duró cinco años y yo estuve solo los primeros meses, porque me fui, pero por ahí  ha pasado muchísima gente. Y los de la primera etapa, que fue con los que coincidí, Athenea  Mata, Aurora Carbonell,  Elsa Pataky, Mariano Alameda… , toda esa pandilla de la primera etapa intentamos quedar.

¿Hasta el punto de tener grupo de Whatsapp?

Sí, porque hace poco se cumplieron los 20 años de la serie y nos juntamos todos. Fue muy bonito. Y desde entonces tenemos un grupo y la intención siempre es vernos, pero…

Debe de ser difícil por sus compromisos. Sobre todo con Elsa Pataky, que vive en las antípodas...

Pero es muy bonito, porque, cuando nos juntamos, la sensación que tenemos es como si fuéramos amigos del instituto. Hemos vivido tantas cosas juntos... Hay un amor, una amistad, como si fuéramos amigos del instituto o de la carrera.

Otro momento importante en su carrera televisiva ha sido su participación en el concurso de imitaciones Tu cara me suena. ¿Es, como dicen, una experiencia única?

Cuando surgió la oportunidad, yo tenía bastante miedo. Pensaba:  pero ¿cómo voy a ir yo a ese programa? Si es  muy difícil!. Era un reto. Y después de valorarlo mucho, y de tener conversaciones con la gente del concurso, que querían que estuviera y me decían que lo podía hacer muy bien, dije: voy a confiar. Tenía el apoyo de mi equipo y pensé: puede ser una oportunidad de mostrarte a ti misma que puedes hacerlo.

"Aunque 'Tu cara me suena' es un concurso muy duro y agotador, eso que me llevo
ara enseñarles un
ía a mis nietos"

Al final, quedó en séptima posición, justo por delante de los dos desastres de la edición:  La Terremoto de Alcorcón y David Amor.  Pero es que había un gran nivel.

La verdad es que estaba muy reñida esa edición. Porque los cantantes profesionales pueden hacer lo que quieran con la voz. Para mí fue una experiencia que volvería a repetir.

Cada vez que salía usted era una delicia escucharle.  Ganaría o no, pero haría disfrutar a la gente.

Muchas gracias. Me hace mucha ilusión, porque esa  era la única premisa para mí. Ganar o no ganar le juro que allí no es lo más importante. Había competición, porque en el fondo es un concurso, pero hay tanto compañerismo que piensas: «Si gano bien y si no…». Aunque te hace muchísima ilusión el día que ganas. Yo gané dos galas... ¡y qué subidón! Pero el resto es una gala en la que hay que darlo todo, disfrutarlo, defenderlo... Además, los miembros del jurado eran muy educados, muy agradables, con lo que era una experiencia para disfrutarla. Aunque también se pasa mal, la verdad.

¿Qué personajes le hicieron sufrir? 

Aquellos que eran muy difíciles o que estaban muy lejos de mí, como la cantante de Abba o Marisol. Y  luego estaba cuando estabas mala. El día que estuve fatal fue el de Irene Cara. Yo creo que veía visiones y todo de la fiebre. Ese día saqué una nota malísima. Ahora, los días que el personaje te posee, te subes al clonador, sales y bajas la escalera....Yo aún sueño con ese momento. Tienes dos minutos y eres Madonna o Leiva, y piensas: a muerte, no puedes venirte abajo ni mirar atrás.

Ni pensar que le están mirando millones de personas.

¡Ay, no!  El día que hay magia y de repente sucede eso es indescriptible. Cuando que vino Edu Soto para hacer conmigo de Luciano Pavarotti y Liza Minnellli fue maravilloso. Le miraba y le decía:  «Me acordaré de este momento toda la vida. Gracias por compartirlo conmigo». Brutal.

¿Su hermana, la cantante Rebeca Jiménez, estaba orgullosa de usted o le hacía críticas?

Me decía: «Lucía, alucino un montón, porque es muy difícil eso que estás haciendo». Es que ensayas muy poco porque tienes muy poco tiempo. Entonces llegaba a casa y ensayaba y ensayaba, y ella me decía: «Pero ¿ya lo tienes que hacer!». Alucinaba con la capacidad que tiene este programa de preparar las canciones y los shows. La gente no sabe en sus casas lo dificilísimo que es. 

Porque no es solo cantar: hay que imitar la voz, los gestos...

Estoy muy agradecida a ese concurso.  Y aunque es muy duro y muy agotador, es una maravilla de programa. Eso que me llevo para un día enseñarle a mis nietos.

Aunque siempre ha coqueteado con la música. Ha colaborado con  Maldita Nerea, ha hecho musicales...

En mi vida  está muy presente. Con Rebeca siempre hacemos algo juntas. Y sí, he hecho musicales y la película Al otro lado de la cama.  Entre pitos y flautas, acabo cantando.

También lo hace en su última película, 'Casi 40'.

Sí. Canto bastante. Iincluso el tema principal lo interpreto yo.

Menudo regalo le ha hecho David Trueba, 20 años después de 'La buena vida', filme que le valió una nominación en los Goya. 

Es un proyecto muy bonito, sí. Y viene mucho al caso, porque estábamos a punto de cumplir esa edad. Fue un proyecto hecho con mucha calma, mucho amor, sin grandes pretensiones... Era más algo que teníamos pendiente. Y el resultado es un viaje, una road movie, que hacen dos personajes de 'La buena vida' los que interpretamos Fernando Ramallo y yo, por los campos de España con una gira musical improvisada que hace él para mí. Es muy bonita.

Ya puesta, ¿participaría en algún otro concurso televisivo?

Yo ahora mismo ni lo pienso. Demasiado tengo con la carrera de actriz,  la vida familiar y el jaleo del día a día. Pero nunca se sabe. A mí me pregunta hace tres año si iría a 'Tu cara me suena' y le diría que ni loca, que qué difícil. Con lo que ahora mismo no puedo decir nada. Porque después de haber hecho eso podría hacer cualquier cosa.

"¿Ir a 'Masterchef'? No soy una experta cocinando. Aunque Miguel Ángel Muñoz no sabía hacerlo y ganó"

¿Qué tal ir a 'Masterchef'? Aunque igual cocinar no es lo suyo...

Cocinar me gusta, pero tampoco soy una gran experta. Tendría que ponerme a tope. Pero, mire: Miguel Ángel Muñoz no sabía cocinar y ganó. Porque es supertrabajador y lo que quiere lo consigue. Es admirable.

Coincidió con su marido, el actor Benito Sagredo, en 'La señora'.  ¿Le gustaría repetir experiencia?

Benito me ayuda muchísimo en todo, nos compenetramos muy bien. Si coincidimos, fenomenal; pero si no, no pasa nada, porque como ya pasamos el día juntos... 

Es madre de tres niños y activa en el club de las Malasmadres...

Malasmadres es un movimiento muy necesario. Es un lugar donde compartir las experiencias cuando eres madre, trabajas, quieres tener amigos y salir…, pero quieres mucho a tus hijos. Entonces esto te genera una especie de estrés. Y luego están las inseguridades cuando eres madre primeriza... Todo ese universo en el que una se mete cuando entras en la maternidad., vamos. Y ahí, en esa comunidad, lo puedes compartir y ver que no eres única, que a todo el mundo le pasan las mismas cosas que a ti y, con sentido del humor, desahogarte.

¿Algún proyecto más en el horizonte o ahora solo piensa en 'Amar es para siempre', que ya es telita?

De momento vamos a centrarnos en esta serie..., que ya es bastante telita (ríe),  porque tiene mucho trabajo y porque quiero hacerlo bien, con mucha energía e ilusión. Y es verdad que hay cosas en el horizonte, pero vamos a ver cómo tenemos las fechas para cuadrarlo.