TÚ Y YO SOMOS TRES

Una negra entre blancas señoritas

Inés, la joven negra que revoluciona Sevilla. Tú y yo somos tres. Por Ferran Monegal

Inés, la joven negra que revoluciona Sevilla. / periodico

Ferran Monegal

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Y de pronto aparece en la selecta Academia para Señoritas una humilde muchacha negra, sacada del barro de la calle, rescatada del apartheid  de  la rue. ¡Ah! Qué  conmoción en la Academia, y en toda la alta sociedad de Sevilla. Inés se llama la criatura. Es hermosísima. Pero pertenece a la clase indigente, a la chusma, según los cánones clasistas y racistas establecidos. Las finísimas alumnas, al verla, se horrorizan. Hasta gritan despavoridas. Sus padres, amenazan a la dirección de la Academia con sacar inmediatamente a sus hijas de allí. Los inversores advierten que si esta morena sigue allí, cerrarán el grifo. Y al final la propietaria, la madre de Manuela, dice: «Esta chica viene de la calle. Ese es su sitio. Si la mantienes aquí le vas a destrozar la vida. La caída será mayor. Mañana te reúnes con los inversores y les dices que has cambiado de opinión. ¡Y nos olvidamos de este bochorno!».

¡Ahh! Celebro muchísimo que TVE haya apostado por una segunda temporada de esta estupenda serie, La otra miradaLa otra mirada. Es una producción cuidadísima. Y sobre todo es un retrato fiel de las primeras luchas valientes y reivindicativas de la condición femenina, en aquellos años del primer tercio del siglo XX. Ese golpe de la negra Inés, incrustada en el microcosmos de las blancas y clasistas señoritas, permite alguna reflexión actualísima. Eso, trasladado a hoy en día, sería como coger a un mantero del top manta y hacerlo socio del Club de Polo. ¡Ahh!  Qué maravillosa sacudida. Solo de pensarlo me subyugo.

ADA, FIN DEL EQUILIBRISMO .– Le decía Jaume Collboni a Ferreras, hace unas horas, en Al rojo vivo (La Sexta): «La señora Colau ahora tiene que decidirse: o Barcelona, o el procès. Efectivamente, Después de cuatro años de prodigioso equilibrismo, nuestra admirada Ada Colau se encuentra ahora en el centro de una pista de circo distintaAda Colau. Han retirado el alambre sobre el que hacía equilibrios tan artísticos, y tendrá que bajar a la arena y elegir: o los tigres del independentismo, o los leones del constitucionalismo. No es tan terrible. Puede convertirse en domadora de ambas familias de felinos. Recuerde aquello que cantaba Torrebruno, en los años 70, en TVE-1: "Tigres, leones, todos quieren ser los campeones". ¡Ah! Cuando hay guerra de fieras en el circo, es el domador quien decide. Y triunfa.