TÚ Y YO SOMOS TRES

Rivera, primero la besa y luego la apuñala

Rivera besando a Rosa María Mateo (La 1). Tú y yo somos tres, por Ferran Monegal

Rivera besando a Rosa María Mateo (TVE-1).   / periodico

Ferran Monegal

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Qué ternura, qué cariño, el de los políticos al entrar, por la breve escalinata de Prado del Rey, hacia el debate (TVE-1). Llegaban con sus cochazos oficiales. Una expectación bárbara. Salían de sus vehículos con ese glamur propio de los grandes artistas cinematográficos. ¡Ahh! La democracia tiene golpes fantásticos: ha hecho de nuestros servidores una nueva aristocracia. Quizá por eso Pablo Iglesias se presentó vestido de Alcampo. Al menos, daré un toque de humildad indumentaria, debió pensar. En la puerta de entrada les esperaba la Administradora Única y Provisional, Rosa María Mateo, flanqueada por la directora de RNE Paloma Zuriaga, y por Eladio Jareño, director de TVE. ¡Ah! Lo de Eladio, ya se lo conté semanas atrás, es fantástico. Los que acusan a Rosa María de haber pasado la guadaña ahí tienen la prueba que les desmiente de manera total. Siendo un fiel  hombre del PP, de toda la vida, a Eladio le han mantenido de director de TVE, y tan campante.

En casa la llegada que más nos enterneció fue la de Albert Rivera. Se acercó a Rosa María, y por dos veces la besó. ¡Ahh! Parecía que el cariño le embargaba. Pero las apariencias engañan. Minutos después, nada más comenzar el debate, un Rivera airado y ácidoRivera exigía la dimisión inmediata de Rosa María, y la acusaba de haber sido puesta a dedo por Sánchez. O sea, pasó del beso al puñal en un plisplás. Dicen en México que quien mejor practica este arte es el alacrán. No sabemos si sabrá pedir disculpas el lider de Ciudadanos. Rosa María accedió al cargo  tras ser votada en segunda vuelta (180 votos a favor) en el Congreso de los Diputados, como bien recordaba este diario.

El presentador y conductor Xabier FortesXabier Fortes se esforzó mucho en dinamizar la sesión. Les iba diciendo a los políticos, a lo largo del debate: «Les recuerdo que, dentro de un orden, ¡pueden ser desordenados! ¡Pueden interrumpirse! (...) Les recuerdo que, educadamente, ¡pueden perderse el respeto! ¡De la viveza del debate salen ideas!». ¡Ah! Luchaba valerosamente contra el síndrome de que todo debate en TVE es encorsetado, mientras que en Atresmedia es ágil. Cierro esta columna y todavía no ha comenzado en A-3 y La Sexta el segundo debate. Apuesto a que Casado va a variar la estrategia. Creo que se pondrá los dientes de morder. En TVE-1 parecía que se había olvidado la dentadura en casa.