ENTREVISTA

Rebeca Sala: «Mi personaje ha ido conquistando a los fans de 'El secreto de Puente Viejo'»

REBECA SALA EL SECRETO DE PUENTE VIEJO

REBECA SALA EL SECRETO DE PUENTE VIEJO / periodico

INÉS ÁLVAREZ

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La actriz Rebeca Sala se dio a conocer por el gran público en 'Ciega a citas' (Cuatro) y posteriormente participó en 'Niños robados' (T- 5). Hace casi un año y medio, la pelirroja alicantina entró a formar parte de la familia de la longeva serie 'El secreto de Puente Viejo' (A-3 TV) para dar vida a Irene, una enigmática periodista, culta y elegante, que llega al pueblo investigando la desaparición de un niño. Ha hecho cine y teatro y actualmente está con la gira de 'Orlando' y sus funciones en el Ministerio de Agricultura, donde acompaña al público en su visita al bellísimo palacio. 

Qué suerte haber podido vivir la celebración de los 2.000 capítulos de una serie tan emblemática, ¿no?

Sí. Lo celebrábamos cuando sabíamos que estábamos grabando el capítulo 2.000 y cuando lo vimos. Luego, una realizadora, Ana Vázquez, elaboró un vídeo interno precioso y lo envió a todo el equipo. Es que hay gente que ni vemos. A los guionistas les conocimos en la grabación del capítulo 2.000, en el que hicieron de actores. Con lo que ha sido una celebración por todo lo alto. Y vivir eso, yo, que llevo poco más de un año, me hace sentirme parte de la familia. 

¿Cómo recibió la propuesta de trabajar en esta serie?

Creo que fue la primera vez que me tiro al suelo de casa y me pongo a llorar de la alegría. Porque, aunque  llevo cinco años haciendo trabajos muy interesantes, cuando te dicen que trabajarás 11 meses seguidos ... Aunque lo que más me sobrecogió fue saber que iba a entrar en una serie de este calibre, con el prestigio que tiene, su duración, sabiendo que se vende a más países y que en Italia son fans. Además, me encanta Italia y llevaba cuatro años estudiando italiano porque me apasiona. Con lo que han sido muchas cosas: un trabajo fijo y el personaje, que me atrapó desde el principio, porque es diferente dentro de Puente Viejo. 

Un personaje más moderno.

Sí. Irene es periodista, con lo que esto conlleva. Tiene un peso y una trayectoria. Además, entra a formar parte de la trama de Severo Santacruz, un personaje muy querido. Eran muchas cosas las que confluían.

"Haber podido celebrar los 2.000 episodios de esta serie de A-3 TV me ha hecho sentirme de la familia"

¿Qué le gusta de ella?

Que es una mujer fuerte para la época, una mujer que, a pesar de tener una gran vulnerabilidad y ser muy emotiva, lucha muchísimo por lo que quiere y necesita. Luego está la parte física y estética: es muy elegante y con cierta cultura. Marcar todo esto con el vestuario y los gestos era muy interesante.

Pero, cuando llegó a Puente Viejo, encontró reticencia.

Porque entraba a cubrir el amor de Santacruz, que había estado con otro personaje muy querido, Candela, que interpretaba Aída de la la Cruz, una actriz estupenda. Candela  muere y durante un tiempo él no está con nadie. Entonces se debate entre el amor a su mujer y a esta persona. No quiere que la sustituya. Poco a poco Irene ha ido conquistando el corazón de los telespectadores.

Usted, en cambio, fue muy bien recibida enseguida por el equipo...

Es una familia muy grande y te reciben muy bien. Están acostumbrados. La acogida fue muy calurosa.

¿Cómo lleva lo de trabajar en una serie diaria?

Ya había estado en otra diaria: 'Ciega a citas'. El ritmo es parecido, lo que pasa es que allí tuve un papel de reparto y aquí, secundario, con lo cual el volumen de secuencias es mayor. Además, aquí se usa un lenguaje antiguo, es drama... Con lo que los primeros meses te cuesta adaptarte. 

Trabajó en 'Niños perdidos', donde también desparece un niño. 

Las directoras de 'casting' son las mismas, e igual por eso se acordaron de mí. Ese papel era cortito, pero  muy importante. En ambas series hay un bebé desaparecido y yo soy la parte cálida y humana. Porque en la telefilme era una enfermera buena y en 'El secreto...' aunque parece que lo he secuestrado yo, porque pienso que es mío, cuando descubro que no, lo devuelvo. Igual por ahí...  

"De Irene me gusta que es una mujer fuerte para la época, además de elegante
y con cierta cultura"

Una serie diaria es un máster de interpretación. También el teatro.

Sí. Estoy con dos cosas. Por un lado, desde noviembre del 2017, de gira con la la primera versión de la novela de Virginia Woolf  'Orlando', con La Compañía Teatro Defondo. Tenemos bolos hasta final de año y nos vamos ¡hasta a Ceuta! Está funcionando de maravilla. Tiene un tono de comedia irónico y te hace pensar sobre la vida, sobre quiénes somos. 

¿Y la otra?

Llevo cinco años representando una función, viernes y sábados, en el Ministerio de Agricultura de Madrid. Es un palacio del siglo XIX declarado bien cultural, y se ideó representar una obra en su interior para que se supiera que existe. Hacemos creer al público que ha hecho un viaje en el tiempo y aparece un siglo antes, cuando se construye. Con ellos recorremos el palacio para ver su belleza. Son grupos de 50 personas y la función varía mucho según el público. Ves sus reacciones in situ.

¿Cómo logra compaginarlo todo?

Saliendo poco con tus amigos (ríe). En el palacio tengo una cover, que, desde que empecé en la serie, ha hecho más funciones, y llevo una agenda en el móvil. Y echándole ganas. En la serie trabajo entre tres y cuatro días a la semana y la representación de 'Orlando' suele ser en fin de semana. Además, aprovecho los trayectos de la gira para estudiar la serie. A veces estoy agotada, pero me siento privilegiada. Porque hay épocas en las que no tienes nada y en otras, tres cosas muy buenas. Por lo que debes trabajar mucho y ahorrar.

¿Cómo le afecta ser pelirroja?

El color del pelo me ha ayudado bastante. También mi cara, que no es típica. Te puede cerrar puertas el tener un aspecto tan particular, pero también te da oportunidades cuando buscan a alguien poco común.

¿Le gustaría cumplir 2.000 episodios más en esta serie?

Sí, si me dejaran compaginarlo con cine. Tener trabajo fijo durante ocho años sería un regalo maravilloso, pero pudiendo hacer otras cosas.