ENTREVISTA

Jon Plazaola: «'Allí abajo' tiene ahora un necesario punto de vista feminista"

El actor habla de la quinta y última temporada de la exitosa serie de Antena 3, de su relación con María León y de sus otros trabajos en el teatro y la televisión

JON PLAZAOLA

JON PLAZAOLA / periodico

INÉS ÁLVAREZ

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Durante dos temporadas ha sufrido la separación de Iñaki de su amada Carmen, porque ha supuesto la de Jon Plazaola de su queridísima María León. Por eso, y porque se introduce un punto feminista que le reconforta, el actor Jon Plazaola (Guipúzcoa, 1982) ha disfrutado con esta quinta temporada de 'Allí abajo' más que nunca.  Y mientras ha dado vida al chef vasco, no ha parado: ha hecho cine, teatro y ha asomado la nariz por 'Zapeando'. 

Hace cuatro años, en el estreno, un compañero le preguntó: «¿Le gustaría trabajar en la serie durante cinco años?». Dijo que sí.

Miras para atrás y ves todo lo que ha pasado en estas cinco temporadas, cuatro años, y lo tomas como un regalo. Además, esta temporada ha sido especial. La otra acabó con la espada de Damocles de que la serie acabara. Y entonces no fue así y dio un giro: ha entrado gente nueva y los veteranos les hemos recibido con los brazos abiertos y ellos nos han ayudado a recuperar ese espíritu del principio y a renovar ilusiones. 

Y la serie se ha modernizado.

Estamos frente a un 'Allí abajo 2.0' por muchos motivos. Para empezar, el formato, que cambia sensiblemente, porque menos de 50 minutos es mejor para todos. Y es que hay que reconocer el mérito de los guionistas, que llevan cinco temporadas haciendo cada semana una película corta. Porque el formato de 70 minutos  es muy difícil. Y yo, que escribo, aunque no ejerzo, creo que es de un mérito increíble.  Con el formato de 50 minutos pueden respirar. Y el resultado es increíble. 

Y es bueno para el telespectador.

Sí. Y yo sería aún más drástico: la dejaría en 25 minutos, al tipo americano. Pero hay condicionantes que no permiten que el formato sea tal, a no ser que sea una plataforma como Movistar o  Netflix. 

No es el único cambio...

No. Al telespectador vamos a cogerlo y llevarlo por una montaña rusa. Se tendrá que agarrar fuerte al sofá. Porque esta temporada tiene más focos que nunca  y más tramas. Algunas actuales y modernas, y eso nos gusta. Y un  punto de vista feminista. Algo necesario, no por obligación, porque el feminismo no debe serlo. Con lo que veremos a una Carmen independiente, trabajadora, luchadora, que lleva el dinero a casa…. 

Y a un Iñaki amo de casa.

Sí, con su pequeña Elaia, que yo, Jon, echaba mucho de menos. Porque en la otra temporada separaron a Iñaki y Carmen, y sufrimos tanto... No como Carmen e Iñaki, sino como María y Jon. Decíamos: «¿Cuándo grabas tú? ¡Es que no nos vemos!». Y esta temporada hay un nuevo 'feed back', porque hemos grabado más juntos. Además, yo echaba de menos que Iñaki estuviera más tiempo con su hija. Corría el peligro de quedar como un padre despreocupado, cuando he sido el yerno de España. ¿Y quieres niña? Toma niña.

Y toma niño. Así, de sorpresa.

Sí.  De Gotzone. Se llama Jon, lo que para mí es un guiño precioso. Y por fin llega lo que tanto reclamaban las redes sociales: la reconciliación con Carmen. Es que no podía poner una foto en las redes con una mujer que no fuera con María León, porque se me echaba encima todo el mundo.

"No podía poner en la redes una foto con una mujer que no fuera María León, que se me echaban encima"

Ya son como de la familia.

Es algo maravilloso. Pero esto no pasa porque la gente no sepa separar la realidad de la ficción, sino porque se involucra hasta el punto que siente como suyas las historias. 

¿Qué enamora a Iñaki de Carmen?

Prácticamente lo mismo que enamora a Jon de María. Para mí María León es muy importante. Empezó siendo compañera, maestra y ahora es amiga. Admiro su personalidad, porque es una mujer con todas las letras: con carácter, luchadora, independiente... Una mujer de hoy en día. Y a Iñaki, lo que más le gusta de Carmen es eso. En las mujeres es lo que más valoro. Tanto Carmen como María lo cumplen. María se ha ocupado de hacer de Carmen una mujer como tal. En la ficción mundial nos habíamos acostumbrado a contar las historias desde un punto de vista masculino y eso ha cambiado.

"De Carmen a Iñaki le enamora lo mismo que a Jon de María León: que es una mujer con todas las letras"

¿Mala época para el humor?

Las aguas vienen turbulentas. Tienes que tener mucho cuidado con lo que dices. Los bufones se crearon para reírse del poder y dar alegría al pueblo. Y ahora los bufones están siendo censurados por el pueblo.

¿Hace años era impensable una comedia que se reía de los vascos?

Los vascos nos caracterizamos por ser un pueblo que se ríe de sí mismo.  Es un buen comienzo para reírse con los demás. Y tenemos muchos seguidores en el País Vasco.

Catalunya no está actualmente para risas. Pero se sigue riendo. 

Tenéis 'Polònia', 'APM?'... Los catalanes siempre han tenido buenos cómicos y buena comedia. Indistintamente de la situación política que se viva, la gente debe seguir con sus vidas. Y si tiene humor al alcance de la mano, que viva con humor.  

Este verano estuvo en 'Zapeando' (La Sexta). ¿Repetirá?

Estoy en el 'stock' de colaboradores. Y siempre que coincidamos (porque  estoy de gira con la obra 'Mandíbula afilada') será un placer volver. 

Y ha hecho dos filmes: 'Villaviciosa de al Lado' y 'La pequeña Suiza'. Ambas de temática rural.

Es que vivimos una corriente rural y de pueblo. Pero hay amigos que me dicen: «¿No tienes miedo a que te encasillen?». Y respondo: «¿Cuántas series he hecho? Una. ¿Y películas? Dos. Tranquilos. Habrá tiempo para todo». No nos jubilaremos nunca. Esto es una carrera de fondo. Vamos a ir paso a paso. Me gustaría hacer más comedia, drama, escribir y dirigir. Pero ahora vivo un momento dulce como actor. Agarrémonos a ello.

La serie acaba. ¿Le hubiera gustado haber estado casi 20 años en ella, como Imanol Arias en 'Cuéntame'?

Sí. Pero buscando experimentos por otro lado. Y teniendo claro que no se convirtiera en un funcionariado.