TÚ Y YO SOMOS TRES

La otra mano derecha de Puigdemont

Ferran Monegal

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En la habitual cascada de criaturas que son fervorosos hooligans del procés, y que TV-3 les proporciona pista, trampolín, bandeja, para predicar sus ideas, acaba de ser entrevistado en el Més 3/24 el historiador y físico Josep Lluís Alay. Se trata de un interesantísimo profesor, barcelonés, que además de ser un gran experto en Tíbet y Mongolia ahora ostenta el cargo de Director de la Oficina de Carles Puigdemont. ¡Ah! Si el empresario Josep Maria Matamala es considerado la sombra y mano derecha de Puigdemont, al profesor Alay bien podríamos considerarle su mano derecha dosEl entrevistador, Xavier GrasetXavier Graset, con mucha devoción, le pidió que ahora que se cumple un año de la detención de Puigdemont en una carretera de Alemania, contase detalles. En efecto, Alay también iba a su lado en ese coche, y explicó con gran reconocimiento y gratitud el exquisito trato, «sin ningún privilegio, eso no»,  que recibieron de las autoridades alemanas. Y durante la velada, Graset le fue sirviendo temas para que los fuese desarrollando.

Por ejemplo, le puso ese tremendo momento del encontronazo de Josep Borrell con el periodista alemánJosep Borrell  de la cadena DW News. Efectivamente ese es un tema ideal para mojar pan. Sobre todo desde TV-3. Dijo Alay: «Es un ministro de un país que no es el mío. Si yo fuese español sentiría una profunda vergüenza». ¡Ah! Ante esta declaración de independencia existencial, Graset apenas pudo contener la enorme satisfacción que le embargaba. Hombre, yo le comprendo. En vista de que ni hubo declaración, ni hay República, reconforta que al menos quede la ilusión de la independencia individual. Pero hubo otro momento en que Graset disfrutó todavía más. Fue cuando le preguntó al Director de la Oficina de Puigdemont, en tono enigmático: «¿Notan que les siguen cuando se desplazan?». ¡Ahhhh! Alay titubeó unos segundos, instante que provechó Graset para exclamar, con un grito que le salió del alma: «¡Això vol dir que sííí!». Y su satisfacción, al detectar que les espían, fue colosal.

Alay tiene en su haber otra característica muy interesante: es un gran estudioso del sexto Dalai Lama Gyatso (1683-1706). Le ha traducido un delicado libro de poemas de amor. A mí me ha gustado el verso 33: si un pajarillo encuentra un buen sauce, y surge el amor entre ambos, el halcón queda anulado.