TÚ Y YO SOMOS TRES

Una oreja en la cubitera

María, la oreja y la cubitera ('Cuéntame...').

María, la oreja y la cubitera ('Cuéntame...'). / periodico

Ferran Monegal

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Nueva temporada de la serie Cuéntame... (TVE-1)Cuéntame.... Y ya van 20. Transformada en una especie de culebrón de los Alcántara desde hace tiempo, a mí me recuerda, a veces, aquella Familia Ulises que publicaba el TBO.  La interpretación, eso sí, es muy buena. Y tienen golpes estupendos, como el día que inauguran ascensor en el inmueble y la abuela Herminia no para de subir y bajar continuamente, maravillada ante aquel ingenio, y cuando le preguntan qué le parece responde: «Es como subir a casa en taxi». Exactamente.

Como ya viene siendo habitual en esta longeva producción, van eliminando estimables intérpretes y los sustituyen por otros. Ahora le ha tocado a Paula GallegoPaula Gallego, que hacía el papel de María, la hija pequeña de Antonio y Merche. Algún miembro del staff  ha argumentado que no puede ser que una joven de 14 años haga el papel de una de 18. ¡Ah! Es paradójico el sistema que tienen de contar años en esta serie.  El primer capítulo de Cuéntame... arrancó retratando la España de 1968. Entonces Antonio Alcántara (Imanol), ya casado y con tres hijos, representaba que tenía, como mucho, 30 años de edad. O sea, que en el capítulo de esta semana (que transcurre en el año 1989) debería tener 50. La edad real de Imanol Arias son 63, según la wikipedia. ¡Ahh! En fin, pelillos a la mar. Aquí la noticia es que a María le han dado el pasaporte.

Al menos le concedieron un final glorioso. Dos actuaciones memorables y hermosas. Al principio del capítulo, en la boda de Toni,  Toniun elemento forcejea con una pistola y acaba pegándose un tiro a sí mismo y se vuela una oreja. El pabellón auditivo acaba, ensangrentado, en el suelo. La única que tiene reflejos es María.  Mientras el resto de invitados a la boda están petrificados, ella agarra una cubitera llena de hielo, mete la oreja dentro, y gracias a eso le pueden reinsertar la oreja a aquel desgraciado de la pistola. El otro momento es al final. Eladio, dueño de los futbolines, sufre un ataque cardíaco. Cae fulminado. No respira. Antonio Alcántara se queda tieso como un Don Tancredo. Y es María quien reacciona: se arrodilla, le da un enérgico masaje, y Eladio revive gracias a ella. ¡Ah! Hermoso final el de Paula Gallego. La eliminan como actriz de la serie, pero antes de partir consigue que dos actores, compañeros suyos, puedan continuar con su contrato laboral en el cuebrón.