"Mi vida, sin pedos, no tiene sentido"

Salir en la tele en compañía de un perro siempre da un resultado buenísimo. Concita simpatía. Merceditas Milá lo ha hecho en su nuevo programa de Movistar + (<em>Scott y Milá</em>, #0). Scott es un schnauzer miniatura, color negro con toques blanquecinos, quizá sal y pimienta, un perrito muy tranquilo que ha dado muestras de una sensatez exquisita. En los cincuenta minutos que ha durado su debut televisivo no le hemos escuchado ni una mala palabra. Ni un grito, Ni un ladrido. Ha estado en un silencio prolongado, introspectivo, que le honra muchísimo. Merceditas ha sido su contraste. Parlanchina, dicharachera, excesiva como siempre, y también con toques de ternura. O sea, Merceditas en estado puro. Una Merceditas que renace de su depresión y nos lo cuenta en la tele. Es su lugar, estamos de acuerdo, no podía ser en otro sitio.

Como ha estado más de quince años en Tele 5, y ha aprendido la técnica del container, el arte del impacto, entró enseguida en un terreno que  le gusta y que sabe que engancha y entretiene muchísimo, O sea, su siempre hilarante afición a la escatología. Lo compensó con momentos delicados y profundos, como cuando estuvo en Málaga, en un centro de ancianos afectados de demencia. Allí tuvo escenas de sensibilidad muy emotivos.

Para su faceta de show escatológico eligió al experto en flora intestinal, <strong>Xevi Verdaguer</strong>. Mientras tomaban un té al aire libre ella le enseñó su caquita que llevaba envuelta en un papelito. Desparramó sus heces por encima de la mesa y Verdaguer le dijo que le faltaban bacillus bífidus, y que mucho cuidado con las ventosidades. Y entonces Merceditas lanzó una de esas frases que le garantizan éxito absoluto. Dijo: «¡Mi vida sin pedos no tiene sentido!». ¡Ahh! Después de eso le llueven peticiones de entrevistas.

En un interesantísimo ensayo titulado ¿Por qué las cebras no tienen úlcera? (Alianza), el profesor de la Universidad de Standford Robert Sapolsky advierte que cuando el general <strong>Patton</strong> cruzó el Rhin, lo primero que hizo fue llamar a los fotógrafos y mearse ostentosamente en el río. Dice Sapolsky que eso era una forma primitiva de marcar el territorio con la orina, como hacen tantos animalitos. ¡Ah! Merceditas marca siempre sus apariciones en la tele con estos golpes de caca, pedo, culo, pis. Scott, entre tanto, miraba sin decir ni pío. Gran tipo Scott. Gran tipo.