ADAPTACIÓN

'The Umbrella Academy', una familia singular contra el Apocalipsis

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Juan Manuel Freire

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A este paso, ¿acabaremos conociendo a Gerard Way no como ese músico rock pasado a los cómics, sino como ese creador de cómics que, al principio de su carrera, tuvo una banda? En cuestión de unos meses, el antiguo líder de My Chemical Romance ha visto varias de sus creaciones 'tebeísticas' pasar al cine o la televisión. Su versión de Spiderman, la niña de 14 años Peni Parker, fue incluida en la película de animación 'Spider-Man: Un nuevo universo'. Y este viernes, 15 de febrero,  se estrenan series de acción real basadas en 'The Umbrella Academy' y 'Doom Patrol' (aquí 'La Patrulla Condenada'), series de cómics de las que ha sido, respectivamente, creador y último guionista.

Todavía no hay fecha para el estreno en España de 'Doom Patrol', pero la primera es apuesta global fuerte de Netflix, que parece querer aprovechar el camino allanado por 'Legión' para la ficción superheroica fuera de la norma.

Una familia súper psicótica

'The Umbrella Academy' no es una serie de superhéroes al uso, aunque se centre en un singular grupo de hermanos que usa sus poderes para salvar el mundo. En parte por cuestiones presupuestarias (no esperen, como en el tebeo, una Torre Eiffel en clave robot zombi o cubos de basura voladores que disparan rayos de la muerte), aquí no importa tanto la acción pura como el drama de una familia tan disfuncional como la mayoría. Todas las familias son psicóticas, como decía Douglas Coupland.

En el universo creado por Way, 43 niños (en su mayoría) extraordinarios nacen un día alrededor del mundo, sin previo aviso, de madres solteras que no habían dado señales de embarazo. El inventor millonario Sir Reginald Hargreeves (Colm Feore) adoptó a siete de ellos y los educó para usar sus poderes contra el crimen, un poco al estilo del Profesor Xavier y su Patrulla-X. No era el mejor padre y, de hecho, ni siquiera se preocupó por ponerles nombres, solo números. Ellos tuvieron que bautizarse a sí mismos.

Número 1 acabó siendo Luther (Tom Hopper), un astronauta de gran fuerza, misteriosamente sobredimensionado de cuello para abajo. Número 2 es Diego (David Castañeda), justiciero que viste de cuero y se lleva bien con los cuchillos. Número 3 es Allison (Emmy Raver-Lampman), estrella de cine con la capacidad de cambiar literalmente la realidad soltando falsos rumores. Número 4 es Klaus (Robert Sheehan), drogadicto que puede contactar con los espíritus. Número 5 es, bueno, Número 5 (Aidan Gallagher), viajero a través del tiempo y el espacio. Número 6 murió en circunstancias misteriosas. Y número 7 es Vanya (la mismísima Ellen PageEllen Page), cuyo superpoder es tocar el violín de manera magistral.

La muerte del padre lleva a los hermanos a reunirse, en principio solo para enterrar al viejo. Pero regresado del futuro, Número 5 avisa que el mundo tal y como lo conocemos se habrá evaporado en ocho días si ellos no hacen nada para evitarlo.  

Lustrosa a la par que gris

Desarrollada por Steve Blackman (uno de los guionistas de la segunda temporada de 'Fargo'), 'The Umbrella Academy' es una adaptación lustrosa pero poco convincente a nivel emocional. En los cómics originales, el dibujo de Gabriel Bá era superior al guion de Way, poco orgánico y carente de emoción. Y en la serie sucede un poco lo mismo: es más fácil deleitarse con el cuidado diseño de producción, equidistante de Terry Gilliam y Wes Anderson, que con los personajes y sus conflictos o interacciones, en parte porque incluso los actores, Ellen Page particularmente, parecen aburrirse con lo que les ha tocado masticar.

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