TÚ Y YO SOMOS TRES

La biblioteca de Waterloo

La biblioteca de Waterloo Tú y yo somos tres. Por Ferran Monegal

Carles Puigdemont, en Waterloo. / periodico

Ferran MONEGAL

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Para celebrar que se han cumplido cuatro meses desde que el juez Llarena retiró la Euroorden contra los exiliados/huidos/fugados –escojan ustedes lo que mejor consideren– en el TN vespre han confeccionado un recordatorio visitando a Carles Puigdemont, Toni Comín, Lluís Puig y Meritxell Serret.  Nos decía el presentador del TN«Desde entonces han ido organizándose, y hoy nos explican cómo se han adaptado a Bélgica». ¡Ah! Pues detengámonos en la adaptogénesis de Puigdemont. Las cámaras nos lo enseñaron en su despacho de su chalet de Waterloo, y nos decía, en clave de monólogo interior: «Sabes que la gente te está mirando y que a través tuyo intenta ver cómo está el momento, hacer interpretaciones, y por lo tanto hay que estar siempre dando el máximo de ti para que la gente tenga la sensación correcta...». ¡Ah! Interesante introspección. Demuestran sus palabras su convencimiento de que la gente le mira con gran detenimiento.

Hombre, no sabría decirles ahora mismo cuántos ciudadanos de Catalunya, ni cuantos políticos –incluso los de su propia cuerda– están mirando a Waterloo como miraban hacia el Faro de Alejandría los desnortados navegantes egipcios. En cualquier caso es natural que él lo crea así. Sin la ilusión de que es la luz que alumbra la tiniebla, sería insoportable su vida allí. Y TV-3 le ayuda mucho a persistir en su creencia, dedicándole constante atención.

Hubo un momento en que se levantó de la silla y fue hacia la biblioteca, hacia los libros que tiene en una estantería. Cogió uno, el Macià que escribió Ramon Arrufat en los años 30 o 40 y que no se editó hasta el 2007. Interesante personaje Ramon Arrufat. Político de Estat Català y luego del Partit Nacionalista Català, fue un ardoroso apóstol del independentismo. Jamás se fugó. Se quedó aquí. Sufrió cárcel. Nunca se dio por vencido. Quizá Puigdemont debería haber escogido otro libro ante las cámaras de TV-3. Concretamente uno que estaba junto al de Macià, titulado Memòries d’un Papillon català. ¡Ah! Es la vida de Gabriel Molins i Puigdollers, un rocambolesco catalán, fuguista de diversas cárceles y penales del mundo, acusado de ser espía de los alemanes durante la primera guerra mundial. Es estupendo. En casa también lo tenemos y lo estamos leyendo precisamente estos días. Supera de largo la famosa novela de Henri CharrièrePapillon.