"Aquí la única virgen soy yo"

Encuentro de Jordi Évole (Salvados, La Sexta) con ocho criaturas que acaban de cumplir los 18. Tema de conversación: el sexo, y la mala educación que han recibido al respecto. ¿Qué sientieron el día que hicieron el acto sexual por primera vez? Ellos: placer. Ellas: dolor. ¿Habláis con vuestros padres del tema?. Respuesta de consenso: muy poco, sin profundizar, y además por ambas partes hay vergüenza. ¿Aborto?: sí, con toda naturalidad. ¿Pornografía? Ellas toman la palabra: es machista, agresiva, no es sana, está hecha para disfrute de los hombres, y añadieron que fomenta el mal trato, las agresiones. Una de ellas advirtió que, en una relación, él practicaba sexo agrediéndola, apretándole el cuello, ahogándola, pegándole azotes. «Te hacen sentir como una mierda. Te someten. Parece que es su papel».  La virginidad: llegar a los 18 años y no haberla perdido es como un crimen; hay presión, mucha presión. Y, de pronto, una de ellas, una joven muy hermosa, levantó la mano, tomó la palabra, y dijo: «Aquí la única virgen que hay soy yo. A veces pienso si no seré guapa, o si soy peor persona, o si no le gusto a la gente. ¿Por qué yo no y todo el mundo sí?».

Interesante encuentro. Las que llevaron la voz cantante fueron ellas. Las más reflexivas, las más explícitas, las más argumentativas, ellas. Ellos parecían padecer una extraña amnesia, o quizá falta de discurso, o simplemente una gran inmadurez.  Balance final, preocupante. Han llegado a los 18 y en general el sexo es una asignatura que, sin tenerla pendiente, les provoca cuando menos una extraña zozobra. En algunos casos mal rollo. En otros hasta vejación rayando la violencia. No he escuchado que nadie pronunciase ni una vez las palabras felicidad, satisfacción, alegría, ilusión. Meditable encuentro.

EL ¡VIVA FRANCO! DE UNA JOVEN DE 20 .– La víspera del 20-N en Viva la vida (T-5) han entrevistado a una joven de 20 años en Casa Eladio, acreditado bar facha de la zona de Ávila. Envuelta en una bandera preconstitucional (la del aguilucho siniestro) decía: «Yo vengo así todos los días. Mi abuelo me ha contado la historia, y me ha dicho que Franco era muy buena persona. Franco tendría que estar vivo. ¡Viva Franco!». ¡Ah! Aquí también tenemos un evidente problema de educación.