Robar a los muertos, y matarlos de sed

Ha desvelado Cristina Pardo, en Liarla Pardo (La Sexta), el vergonzoso e irritante caso del robo de un colgante, un pendentif, que llevaba una señora ingresada en una residencia de la provincia de Salamanca, y que al morir, antes de ser incinerada, la joya desapareció y nunca la encontraron. Lo más exasperante del caso es que esta familia, viendo el pasado miércoles el nuevo programa de Chicote ¿Te lo vas a comer?,Chicote¿Te lo vas a comer? advirtieron estupefactos que la joya de su difunta madre pendía colgada del cuello de la directora de la residencia donde estuvo ingresada. Este suceso ha provocado gran indignación  en todo el 'telehipódromo' estatal. Estamos de acuerdo: robar a un muerto  es una de las vilezas más execrables. Pero sin disminuir su gravedad, parece que este asunto del colgante ha adquirido un protagonismo televisivo superior al de otro suceso mucho más grave y relevante.

Me refiero a cuando el programa de Chicote nos enseñó también el caso de otra difunta señora ingresada en esta residencia. Su hija Lucía lo denunció. Dijo: «El médico certificó que mi madre habia muerto por deshidratación, y me preguntó, airado, cuantos días la habíamos tenido sin beber nada». Como pueden comprender, Lucía quedó destrozada.  ¡Ah! En una escala de vilezas la muerte provocada por falta de alimentación y de cuidados en una residencia de ancianos es un caso que merece querella criminal. Y una repercusión televisiva acorde con su altísima gravedad.

OTROS MUERTOS, OLVIDADOS .– No pase un día más sin dar una breve pincelada sobre la importante Sexta columna del viernes pasado. Un trabajo que comenzó denunciando: «Todavía hoy se dice en los colegios que España no participó en la segunda guerra mundial». Y nos hablaron de los combatientes olvidados. De Neus Català, Neus Catalàque después de luchar en la resistencia francesa fue deportada a Ravensbrück, y es la única superviviente de aquel campo de concentración nazi. De Braulia Cánovas, que por su lucha antifascista Francia la distinguió con la Legión de Honor. De Cristino García, el español más condecorado de Francia y que, al regresar, Franco mandó fusilar.  Así, a centenares. En España hay calles dedicadas a mayor gloria de los 'caídos' de la División Azul. A los ‘caídos’ por luchar contra el fascismo, no interesa recordarlos.