ENTREVISTA

Jordi Coll: "'El secreto de Puente Viejo' siempre será lo primero más grande que he hecho"

El actor catalán habla de su personaje en la longeva serie de Antena 3, de su participación en 'Tu cara me suena' y de sus proyectos de teatro

Jordi Coll

Jordi Coll / periodico

Inés Álvarez

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Hace cuatro años, el personaje de Gonzalo abandonaba Puente Viejo con su amada María, dejando a los fans de la ficción lamentando su pérdida. Ahora, una tragedia les hace volver de Cuba. una tragedia les hace volver de Cuba.Y con él regresa Jordi Coll (Mataró, 1985), el actor  que le da vida en El secreto de Puente Viejo, una serie de la que parece que no se hubiera ido y que en Italia le ha hecho ser recibido como una verdadera estrella. En medio, ha habido otras (El incidente, Acacias, 38, El Ministerio del Tiempo, La otra mirada) y ahora, su participación en Tu cara me suena, además de teatro. Y aún tiene tiempo para conciliar trabajo y familia. 

¿Por qué esta vuelta de Gonzalo y María a Puente Viejo?

Habíamos terminado muy felizmente en Cuba, huyendo de todos los males de este pueblo, con Esperanza, nuestra hija, y el hijo de Bosco, Beltrán. Pero hay un incendio hace que volvamos buscando algo. Muy típico de Puente Viejo [ríe].

Decía hace cinco años que nadie era imprescindible en la serie. Pero esa parejita tenía carisma.

Sí, a la gente le gustaba mucho y, sobre todo, lo sufría mucho. Me decían por la calle: «A ver si Fernando y Francisca os dejan en paz». Sigo pensando lo mismo: la fórmula por la que esta serie funciona es el pueblo. Es cierto que hay unos personajes que son el pilar, que aunque estén ausentes están ahí y el más fuerte es La Casona-Francisca Montenegro. Pero el mejor personaje de Puente Viejo es Puente Viejo en sí. 

¿Tiene un especial cariño al personaje de Gonzalo?

–Sí. He hecho más series, más cosas, con grandes compañeros, pero El secreto de Puente Viejo  siempre será lo primero grande que he hecho. Ha sido mucho tiempo, mi primera serie en Madrid diaria... Antes había intervenido  en Infidels, en TV-3, pero con un pequeño papel y la serie era semanal.

¿Y cómo le han recibido?

Ha sido maravilloso. Aunque es como si nunca me hubiera ido. Además, como mi mujer [Marta Tomasa Worner] trabaja en la serie [es Fe], nunca he perdido el contacto. Ahí tengo amigos, el grupo de Whastapp… Y cuando estaba en la serie Acacaias, 38 y se quemó el plató de Pinto, nos fuimos a Leganés, con lo que estábamos al lado. Siempre ha habido contacto. 

"Mi mujer trabaja en la serie, tengo amigos ahí, el grupo de Whastapp... Es como si nunca me hubiera ido»

Ahora su mujer y usted trabajan juntos. ¿Ensayan en casa? 

Sí. Pero eso siempre. Creo que he hecho casi igual de Gonzalo que de Mauricio y Francisca. Porque nos pasamos el texto. Yo estaba en Puente Viejo en la sombra.

En Acacias, 38 

Sí, Simón era un mayordomo muy educado y noble.

En cambio, en La otra mirada,

Martín, el juez, era un hombre cuyo lado humano apenas existía. Como bien dice, no llegaba a ser malo, pero estaba por su trabajo, que es lo que se hacía en su época. Había conseguido una posición alta… Pero, cuando se encontraba con los dilemas de Manuela, chocaban, y así terminó como terminó.

¿Nunca ha hecho de malísimo?

Algo que se haya visto en grande, no. Martín no mataba a nadie; no era un Fernando Mesía, pero lo suyo era otro tipo de maltrato. Él la quiere, pero que la quiera no quiere decir que la entienda. Tiré de ese hilo. Y luego tuve que trabajarme el acento, que era andaluz… 

Y hacer de Luis Buñuel, ¿un lujazo? Por el papel y por la serie, El Ministerio del Tiempo,

Cuando Javier Olivares me dijo que yo haría de Buñuel de joven, le dije que yo no sabía hacer de loco. Pero en esa época era naturista. Lo que pasa es que el tiempo no nos acompañó, con lo que hubo que reubicar secuencias en interiores y  pasaron a ser menos. Cosas que pasan.

¿Notó mucho cambio en la manera de trabajar en Acacias, 38?

La metodología era bastante parecida. No es una plaza, es una calle –maravillosa, por cierto–, y el personaje es distinto. Pero el formato es parecido. Intentas cambiar, porque te llega una historia de amor que por causas no puede ser, con un chico noble que busca a la madre… Había puntos en común con el personaje de Puente Viejo, por lo que había algo de riesgo. Salió el hacerlo mucho más estirado, más serio. Se me permitió más violencia, más humor, ironía....

Otra serie, El incidente

A nosotros, los actores, se nos escapa. La rodamos y se emitió al cabo de tres años, con un recorte de capítulos. La cadena hizo el mejor trabajo que pudo. Eso depende de cosas ajenas a nuestro día a día y no podemos hacer nada.

Eso sí, esa serie acabó siendo  como una cantera de Tu cara me suena

Estoy muy contento, con muchas ganas de empezar ya. Cuando en la pasada temporada fui de invitado a hacer de Iggy Pop, me los encontré allí. Y como no son majos, sino lo siguiente, me dieron consejillos.

¿Disfrutó con le experiencia? 

Estaba nerviosísimo antes de entrar, pero, luego, subes en el ascensor moviéndote como él, te encuentras a toda esa gente gritando, escuchas la musiquita típica... Entonces, intentas que dentro de esa locura no se te vayan las letras ni lo que tienes que hacer. ¡Y a disfrutar! Espero que este año sea así.

¿Qué cree que va a aportar?

Me dicen que en los escenarios en directo me vuelvo eléctrico. Con lo que quiero hacer una buena imitación de cuerpo y de voz y, luego, hacérselo pasar bien a la gente. Hacerla emocionarse, si puede ser. E intentar que me vean lo menos posible a mí durante la actuación. Además, comparado con mis personajes en las series, soy un tío bastante más alegre y divertido…

Miquel  Fernández decía que, al principio, le costaba el humor...

Yo soy tímido, pero como van a ser muchas horas en el sofá y  estoy rodeado  de gente con la que me pasaré todo el rato riendo y me encanta: Anabel Alonso, José Corbacho, Manu Sánchez, Bryan Efe… , seré un espectador más.

Siempre hay un perfil en ese programa. El suyo es muy Miquel Fernández. ¿También ganará?

Yo voy a ello. No he hecho ninguna gala, pero me estoy preparando con clases de canto y de baile. A ver qué me ofrece el pulsador, pero cada gala iré a ganarla. Aunque, claro, están Soraya, Carlos Baute, Mimi… Hay buenas voces. Y muchos humoristas, gente con muchas tablas...

¿Qué le gustaría que le tocara?

Lo que me gusta: rock, jazz… Lo que más miedo me da por mi voz son las chicas. Aunque te puedo hacer un falsete [y lo hace]), pero ya veremos… Me da respeto, pero me apetece, porque muchas cosas, hasta que no te las ponen delante... 

"En Italia, 'El secreto de Puente Viejo' es la locura. Me han llegado a invitar a programas y a cantar delante de 110.000 personas»

Aún no le he preguntado si ha vivido en sus carnes el boom de El secreto de Puente Viejo en Italia.

Sí. He ido tres veces a un programa que se llama Bellissima. Y a C’è posta per te (Hay una carta para ti), como invitado sorpresa: una vez con Loreto Mauleón y, otra, con María Bouzas. Y la más fuerte y extraña fue hace dos fines de año, cuando Giggi D’Alessio, famoso cantante italiano que monta conciertos para Mediaset, me invitó a cantar una canción de Enrique Iglesias en una plaza de Bari, frente a 110.000 personas. Empecé a saltar y no me enteré de nada. Me puse eléctrico. Salían por la pantalla imágenes de Puente Viejo... Fue una locura. Iba con mi mujer y mi hija, de meses, y nos pusieron una furgoneta con cristales tintados. Nos iban a buscar a todos los sitios. La gente golpeaba los cristales… Y me decían: «¿Y en España, qué tal?» Y yo contestaba: «Pues igual acabo un proyecto y estoy en paro». Alucinaban. «¿No tienes trabajo ahora?», decían.

Siempre le queda Italia.

Sí, me ha salido algo. Pero tengo una niña de 3 años y otro de uno y eso lo tengo muy claro. El trabajo me encanta, pero estar alejado de mi familia no lo llevo bien.  

Por tanto, no compaginará Tu cara me suena

Sí [ríe]. Tengo una función en el TNC que se estrena el 4 de octubre, Els jocs florals de Canprosa, y seguramente me partiré el papel de El Principito en Navidad. Pero estos tres trabajos son en Barcelona, con lo que puedo dormir con mis hijos. Les puedo llevar cada mañana al cole. Y como terminan a las tres, si tengo teatro, hasta las 18.30 puedo estar con ellos. Si me tocara trabajar en Madrid, estaría con el AVE de aquí abajo y perdería mucho tiempo.