TÚ Y YO SOMOS TRES

'Almaia', víctimas de una táctica nefasta

Ferran MONEGAL

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El kindergarden eurovisivo sigue machacando el pentagrama. Este festival es a la música lo mismo que el pringante ketchup salsa rosa al cóctel de gambas. Televisión Española saca pecho porque ha logrado que esa noche la consuman siete millones de habitantes. Eso lo multiplica por cuatro todos los días del año la casa de gaseosas cola-fanta España. Mi canario flauta Papitu, que si algo tiene es un sentido musical extraordinario, nada más comenzar Eurovisión se taponó los oídos con goma arábiga. Esa tremenda noche la armonía, la melodía, el canto y el solfeo quedaron enterradas bajo un engrudo combinado de show-bussines y pirotécnia digital.

Si tuviera que buscar una brizna de esperanza, quizá la encontraría en Francia. El dúo Madame Monsieur al menos tuvo la sensibilidad de cantarle a un bebé refugiado, un bebé que llega a Europa y no hay lugar para él en este vistoso parque infantil que emiten en cadena todas las televisiones públicas de todos los Estados de la gloriosa comunidad. Serrat volvió el viernes al Olympia de ParísSerrat Olympia, y dijo que el Mediterráneo además de ser un mar tapizado de plástico también lo hemos transformado en un cementerio de inmigrantes.

Amaia y Alfred han quedado los cuartos comenzando por atrásAmaiaAlfred. El problema no ha sido ni su canción, ni su manera de cantarla. El problema es que han sido víctimas de una estrategia demencial. Les han metido en un envoltorio nefasto. La puesta en escena, el juego de cámaras, ha sido de tercera regional. El vestuario, sonrojante. Pretendieron vestirlos con reminiscencias goyescas. La chaqueta de Alfred parecía sacada del fondo de armario de aquel Curro Candelas de La parodia nacional. A Amaia la cubrieron con una cortina. ¡Ahh! Tenían que haber encargado el vestuario a Mahi, de Maestros de la costura. Esta granadina les habría vestido como lo que son, dos jóvenes veinteañeros y no dos ejemplares del museo del traje. ¿Vieron cómo salió Sobral? ¿Vieron cómo nos llegaba a lo más hondo con su humilde chaqueta de trapillo, sin pretensiones ni nada?

El viernes, Amaia y Alfred estuvieron en La noche de Rober (A-3 TV)La noche de Rober. Con Silvia Abril tuvieron momentos muy simpáticos. Al final, tal como iban, vestidos de calle, ella se puso al piano, y él a la guitarra, y cantaron su canción. Fue extraordinario. Si hubieran salido así en Eurovisión, hoy Papitu cantaría en lugar de llorar.